Protegiendo a los manatíes, el herbívoro acuático más grande del planeta
La bióloga colombiana Nataly Castelblanco, una de las mayores expertas del mundo en estos animales, coordina un programa de rehabilitación de la especie en la Bahía de Chetumal, en México
La bióloga colombiana Nataly Castelblanco, una de las mayores expertas del mundo en manatíes, coordina un programa de rehabilitación de la especie en la Bahía de Chetumal (México).Seila MontesLa pérdida de su hábitat, el cambio climático, la contaminación y el turismo descontrolado son algunas de las grandes amenazas que enfrenta el manatí.
Estos mamíferos cuentan con un sistema táctil muy desarrollado. En la trompa flexible tienen unas largas vibrisas (cerdas) a modo de bigotes con las que palpan su alrededor y el alimento. Seila MontesLos manatíes viven en aguas poco profundas y áreas costeras de América, el litoral oeste de África, el océano Índico y Australia. En México se estima que hay unos mil. El Santuario del Manatí está en la Bahía de Chetumal, en el Estado de Quintana Roo, con uno de los hábitats más importantes para la especie del país.Seila MontesEn estado salvaje, los manatíes amamantan a sus crías durante dos años. Pompeyo es una cría de nueve meses que fue rescatada a los tres. En proceso de destete, toma un par de biberones al día que poco a poco se le van sustituyendo por hierbas. Seila MontesLos manatíes son herbívoros: se alimentan de algas, pastos marinos y plantas vasculares. En el Centro de Atención y Rehabilitación de Mamíferos Acuáticos las frutas y hortalizas también forman parte de su dieta.Seila MontesUn manatí puede consumir de forma diaria hasta el 10-15% de su peso corporal. En la imagen Daniel, manatí rehabilitado, comiendo fruta. Seila MontesCuando los manatíes se alimentan de algas, pastos marinos y plantas vasculares transforman la biomasa vegetal y la ponen a disposición de una gran variedad de organismos de los ecosistemas acuáticos, como los manglares del Santuario del Manatí. Seila MontesDaniel es un ejemplar de 18 años rehabilitado en el Santuario del Manatí. Debido a su cercanía con las personas cuando era una cría, se acostumbró al contacto humano.Seila Montes