El miedo que no deberíamos sentir

Cada vez conocemos más casos de violencia machista. Como adolescente de 16 años, me hace sentir insegura, especialmente cuando salgo sola. A veces, camino mirando hacia atrás, preocupada por si alguien me sigue. No es normal vivir así, y no debería serlo para nadie. Aunque dicen que hemos avanzado mucho contra la violencia machista, sigue habiendo demasiados casos, y no solo agresiones físicas, sino el acoso diario: los comentarios o los gestos que te hacen sentir vulnerable. Todo esto quita libertad. Necesitamos hacer más como sociedad. Hablar del problema es un buen primer paso, pero no basta. Es urgente educar desde pequeños sobre el respeto y la igualdad para que las futuras generaciones no repitan lo que vemos hoy. Es injusto que chicas como yo debamos pensar tanto en nuestra seguridad. Espero que algún día podamos vivir sin miedo a la violencia.

Carla Madrid Juliá. Madrid

Apropiarse de los símbolos comunes

Álex Grijelmo da en la diana en su última columna, en la que critica el robo por la derecha de términos como “Navidad”, “patria” y “España”. ¿Quizá también porque la izquierda ha hecho dejación de su derecho a utilizarlas? Incluiría la bandera en esa apropiación: solo en manifestaciones de la derecha y la extrema derecha suele estar presente, cuando es de todos.

Vicente Quijano Álvarez. Madrid

Luchar contra la depresión

Lunes 13. Levantarse de la cama es para muchos una lucha diaria. Soy médica y quiero hacer Psiquiatría. Intento percibir lo que sienten los que están más cerca, sin lograrlo. Hace un mes, se quitó la vida la señora que nos ayudaba a cocinar. Se sentaba todos los días a nuestra mesa. Pensé que su silencio era normal, que sus ojeras eran por la edad, que sus ojos tristes eran mi reflejo. Los suicidios aumentan, y me pregunto: ¿estamos tardando en salvar sus almas tristes? Lunes 13; un día más de lucha contra la depresión. ¿Cómo hacer para que la gente ame la vida y lo comparta?

Tamia García Almeida. Ibarra (Ecuador)

Un proceso kafkiano

En un asombroso giro de guion, el delito fiscal del novio de Ayuso se ha convertido en el presunto delito del fiscal general por revelación de secretos. Muy curioso, porque el secreto investigado ya no era un secreto, y el delito de revelación se produce a todas horas en los juzgados sin que nadie mueva una ceja. Más que limitar la acción popular, que también, lo realmente necesario es tener un procedimiento garantista que impida los excesos de cualquier instructor justiciero al borde de la jubilación. El CGPJ no actúa contra estos jueces, y ningún contrapoder neutraliza su capacidad desestabilizadora, con el desprestigio para la labor del poder judicial en su conjunto.

Miguel Ángel Cuevas Cosío. Sancibrián (Cantabria)

La justicia

Pobre del país que tiene motivos para dudar de la honestidad de sus jueces.

Juan Luis Fernández Martín. Madrid