
Torta pasqualina
Acelgas, huevo cocido y quesos rellenan este pastel salado típico de la cocina genovesa. La receta es algo laboriosa, pero perfecta para celebraciones y ocasiones especiales.
Acelgas, huevo cocido y quesos rellenan este pastel salado típico de la cocina genovesa. La receta es algo laboriosa, pero perfecta para celebraciones y ocasiones especiales.
El mar y la montaña, el rape y las setas, se unen en este guiso otoñal. Para esta receta hemos usado níscalos, pero realmente puedes elegir la que quieras siempre que respete el sabor delicado de este pescado.
Algo tan rico y sencillo como una caballa a la plancha puede mejorar aún más con uvas maceradas con vinagre, azúcar y chile rojo. Con poco esfuerzo consigues un plato de gran categoría.
Las patas de pulpo se encuentran ya cocidas en la sección de congelados o refrigerados del supermercado y pueden dar mucho juego sin apenas esfuerzo, tanto en recetas de diario como para ocasiones especiales.
En otoño tenemos a nuestra disposición productos de temporada tan deliciosos como las setas o las coles. En la receta de hoy les sacamos provecho para hacer un plato de lo más otoñal.
Una marinada que potencie sus cualidades puede elevar el sabor y la textura de un pescado hasta la estratosfera. Estos salmonetes con ajo, jengibre, lima y soja lo demuestran al primer bocado.
El 'frit mallorquí' representa a la perfección la cocina de aprovechamiento de Mallorca: verduras de temporada y vísceras o sangre de cerdo, que aquí hemos cambiado por butifarrón, un embutido típico balear.
Panzanella toscana, sopa castellana con ajo y huevo, tostadas para todos los gustos, tortilla, panecillos rellenos y filetes rusos: las posibilidades para introducir el pan en tus platos son casi infinitas.
Si quieres celebrar Acción de Gracias pero cocinar un pavo para seis -como mucho- te parece excesivo, estas albóndigas te ofrecen el mismo sabor con bastante menos lío.
Rellenas de una sabrosa mezcla de hortalizas y frijoles con queso, cubiertas con una salsa fresca y especiada y rematadas con más queso fundido, estas enchiladas convencerán a todos los públicos.
El horno hace la parte más dura del trabajo en este guiso reconfortante. Puedes usar legumbres de bote o cocerlas tú mismo, y aprovechar para asar otras verduras mientras se hace la calabaza.
Ningún niño real ha sufrido durante la preparación de estos filetes de ternera enrollados con un relleno de panceta, queso y mostaza, guisados en una deliciosa salsa a base de caldo de carne concentrado.
Una masa sin gluten polivalente que cumplirá con creces las expectativas de los paladares más exigentes, gracias al sabor y la textura de la masa madre.
Si la última comida del día te coge sin energías y con la creatividad bajo mínimos, estas recetas sencillas, saludables y económicas te ayudarán a resolverla con poco esfuerzo y sabroso resultado.
El cuello es un corte humilde y muy sabroso por la proximidad de la carne con el hueso. Aquí saca todo su sabor y una textura muy tierna después de cocinarse durante un buen rato a fuego lento con tomate y vermut.
Las alubias guisadas con tomate ya son una delicia, pero si las animas con un toque de sobrasada de buena calidad se convierten directamente en un manjar. Las puedes tomar tal cual o coronadas con un huevo.
Si quieres comer más pescado pero te da pereza andar quitando espinas, las bolitas son la solución. Aquí tienes la fórmula básica para prepararlas, más una receta concreta que funciona con merluza o sardinas.
No saben igual que una con carne, pero sí se puede conseguir que la versión vegetal sea firme y con mucho sabor. En esta receta te mostramos cómo lograr este resultado siguiendo varios trucos.
Si cuando piensas en curry lo haces solo en pollo, cordero o verduras, estas gambas con una salsa un poco dulce, ligeramente ácida y altamente adictiva te romperán todos los esquemas.
Cortar las verduras en rodajas sin que lleguen a separarse por la base ayuda a que queden más crujientes y se cocinen antes, además de deslizar salsas, queso y otros ingredientes en los huecos.
Profanamos la madre de todas las salsas italianas con una versión simplificada, pero con muchísimo sabor gracias a una combinación de aderezos, ingredientes y técnicas asiáticas.
Este clásico asturiano parecido a una albóndiga se prepara con la carne del bonito más pegada a las espinas. Se cocina en una salsa de tomate durante un tiempo limitado para que quede jugosa.
Si la crema de verduras te parece aburrida, haz que baile con los piñones. Si quieres darle más enjundia a ese guiso, prepara una majada de almendras: los meses de frío son la mejor temporada para consumir estos alimentos saludables y polifacéticos.
El puré de patatas es una base sobre la que prácticamente cualquier cosa queda deliciosa. Hoy lo combinamos con champiñones salteados con ajo y un huevo con la clara cocida y la yema cremosa.
El tubérculo rey se sumerge bajo una capa de nata cremosa, suavizada por un poco de caldo de pollo y acompañada de cebolla pochada y queso fundente. El remate es un toque de mantequilla. Gratín, mon amour.
Dados de carne adobada con una mezcla de hierbas y especias, cocinados hasta quedar dorados por fuera pero tiernos por dentro: la versión casera de este clásico de bar merece el -poco- esfuerzo.
Si cuando se hace de noche te cuesta un mundo sacar la creatividad y energía necesarias para preparar la cena, estas sugerencias pueden hacerte la vida más fácil sin sucumbir a la comida a domicilio.
El 'naan' es un pan muy típico de algunas regiones de Oriente Medio. Si no tienes un horno tandoor para hacerlo, siempre puedes comprarlo en alguna tienda especializada y acompañarlo de esta rica escalivada de verduras.
Una preparación que admite casi cualquier tipo de pescado o marisco con patatas guisadas, regadas por un caldo espeso y sabroso y rematadas con una picada de ajo y frutos secos: un lujo marinero sin dejarse el sueldo.
Tiernos por dentro y crujientes por fuera, especiados y sabrosos: esta versión vegana de los bocaditos de pollo no tiene nada que envidiar a la que lleva carne (y legalmente pueden llamarse así).
Un clásico de la cocina para celebrar la temporada de los chipirones de la Ría, que solo necesita un buen sofrito, tiempo y chup-chup para quedar espectacular y podemos acompañar de arroz blanco o patatas fritas en daditos.
Con pimiento, berenjena y cebolla puedes hacer la base de un pisto o una escalivada -a falta de tomate-, pero hay preparaciones mucho más rápidas que harán brillar estos ingredientes con solo un golpe de sartén.
Si quieres darte un buen homenaje y descubrir una técnica para dar sabor y ternura a la carne, este costillar no tiene desperdicio. Además es un buen pistoletazo de salida para cocinar con frutas y especias.
Un caldo con mucha enjundia y sabor, fácil de preparar y que se engorda con batata cocida y carne de rape, perfecto para esas noches en las que aún hace fresco y apetece algo que entone el cuerpo.
El híbrido entre la hamburguesa y la albóndiga con origen ruso de verdad -no como la ensaladilla- admite muchísimas variaciones. Y ofrece un bocado tierno envuelto por la capa exterior crujiente y frita.
La zorza es un lomo de cerdo adobado con pimentón, ajo y orégano que suele prepararse durante la matanza para comprobar la sazón del chorizo. Pero también la podemos cocinar en casa y darle múltiples usos.
Este tentempié es una brocheta de ternera asada y cortada en tiras que se sazona con dos condimentos: 'kuli kuli' y una mezcla de especias. Aquí te proponemos una versión casera y con ingredientes fáciles de encontrar.
Los dioses no crearon esta bebida solo para degustarla en formato líquido: te proponemos un entrante, un plato principal y un postre que demuestran que la birra también es útil en la cocina.
No viene de América sino de Francia, originalmente se hacía con bogavante o langosta y acabó cayendo en el pozo del olvido de la comida viejuna. Pero sigue siendo un platazo, y por eso lo recuperamos.
Cocinar los fideos a la manera del arroz seco nos da no solo la popular fideuà, sino un lienzo en blanco que podemos adaptar a nuestros gustos y al contenido de nuestra nevera.