
'Rossejat de fideus'
Un sencillo plato marinero a base de fideos y fumet que podemos enriquecer con diferentes tipos de pescado, moluscos o marisco, y finalmente servir con un poco de 'all i oli' para acompañar.
Un sencillo plato marinero a base de fideos y fumet que podemos enriquecer con diferentes tipos de pescado, moluscos o marisco, y finalmente servir con un poco de 'all i oli' para acompañar.
Aunque se suele cocinar en Semana Santa, vale la pena sacar este plato típico canario de su estacionalidad y prepararlo en cualquier momento del año. La única dificultad de esta receta está en acertar con el punto del pescado.
Una versión alegre y especiada de albóndigas que no se guisa en salsa sino a la plancha o parrilla, acompañada de una salsa fresca con base de yogur típica de Grecia y los Balcanes.
Un salteado rápido que se hace en un wok o sartén muy caliente, cuyo único secreto es contar con una carne tierna y sabrosa de buena calidad. La tradición manda servirlo con arroz blanco largo cocido.
Una versión con mínimo esfuerzo de los "spaghetti alle vongole" que no desmerece en nada a la original si usamos unos berberechos dignos. Con su jugo y un sofrito de ajo ligamos una sabrosa salsa.
El melocotón aún está en temporada, y para festejarlo hemos elaborado un menú completo con él: una sopa fría, unas costillas de cerdo asadas y, para terminar, en una coca.
Una receta con resultado cremoso e increíblemente rápida de preparar gracias a un sencillo truco asiático, con acompañamientos que aportan sabor y frescura.
Calamar y calamarata son los dos principales ingredientes de este plato: el primero es el molusco, y el segundo, una pasta con su forma. El tomate, el ajo y el perejil también están invitados a la fiesta.
La lujuria de comer langosta en un pan es igual de válida que comérsela en un restaurante con cuchillo y tenedor. Un pan esponjoso, mantequilla y una buena salsa es todo lo que necesitas.
Una receta de primero de arroces en la que la tinta y la melsa de la sepia aportan color y sabor, rematada por unas zamburiñas que conservan toda su jugosidad.
Ni de Milán, ni de Nápoles: esta carne de ternera empanada con saborcito a pizza -tomate, queso y albahaca incluidos- es originaria de Argentina.
Imagina unos trocitos de solomillo tierno, cubiertos con una capa de rebozado crujiente que sabe a churro y rematados con la más lujuriosa y explosiva salsa agridulce. Eso es más o menos "cerdo hip hop" del Chi Nanit.
Los italianos la inventaron para esas noches de verano en que volvían a las tantas de la playa. Esta receta sencilla lleva el clásico ‘aglio, olio e peperoncino’ a otro nivel.
Muslo jugoso, pechuga reseca. Pechuga jugosa, muslo crudo. Si quieres salir de este círculo vicioso cuando asas pollo en casa, prueba el corte de la mariposa. También ganarás tiempo y lo tendrás listo en media hora.
Dos ingredientes de temporada y una base de patata, que cocinamos previamente en el microondas y rematamos en el horno el tiempo justo para que el pescado quede cocido y muy jugoso.
Una receta muy sabrosa que podemos tomar en caliente o dejar enfriar y comer como si fuera una ensalada. Es perfecta para un picnic o una comida ligera ahora que llega el calor.
Aviso: esta receta inspirada en la lasaña india de Goxo, el servicio de comida a domicilio de Dabiz Muñoz, no es facilona ni rápida. Pero el resultado es una explosión de sabor por la que vale la pena el esfuerzo.
Cualquier tipo de fideo nos servirá como base para preparar este plato, acompañados de una buena cantidad de verduras de temporada acompañadas de huevo, salsa y un toque fresco y crujiente para rematar.
La 'pasta con le sarde' fue la más humilde y popular de Sicilia. Nuestra versión se separa del original porque viene enriquecida con espárragos verdes y un sofrito de tomate y zanahoria.
La cocinera Amor González comparte una receta familiar donde la carne de pava se enriquece con chacinas y retoza en una salsa con patatas, guisantes y una picada de almendras y ajo.
Aquí acompaña a un pescado, pero la sencillísima salsa de cacahuete de David Chang y Peter Meehan es tan versátil que se puede usar para casi cualquier plato.
El verde lo pone una sencilla salsa de espinacas y perejil. El sabor, un caldo rápido de pescado, y el toque final, una caballa a la plancha. Invitados especiales: el limón, el puerro y el queso.
En esta receta acompañamos la caballa, que está en su fecha óptima de consumo, con una ensalada prima hermana de la ensaladilla rusa. Más fácil y más rico no te lo podemos poner.
La focaccia, prima hermana de la pizza, se prepara con harina, aceite de oliva, sal, agua y levadura. El resultado, una masa esponjosa a la que le puedes cambiar los ingredientes dependiendo de la versión que quieras hacer.
Elegimos una legumbre de buen tamaño y la tostamos ligeramente en una sartén con ajo, especias y mantequilla. La acompañamos de arroz aromático con cebolla cítrica para refrescar.
El aroma fragante del cítrico mediterráneo impregna a la perfección la pasta larga. Para que la receta salga bien solo tenemos que calcular bien los tiempos de cocción.
Una preparación tradicional de la Albufera que solía prepararse con anguila estofada durante largo tiempo con un refrito de ajo y pimentón, pero puede aplicarse a otros pescados y cocciones mucho más cortas.
La carne del conejo, además de ser muy magra y sabrosa, resulta tan versátil como la de pollo. Hoy la utilizamos para elaborar una de las recetas más tradicionales y sencillas con este animal: al ajillo.
La versión malaya del curry combina una potente mezcla de especias con la untuosidad de la leche de coco y la frescura del lemongrass. Un caldo hecho con las cabezas cáscaras potencia el sabor a marisco.
Este plato típico de la prefectura de Kagawa tiene dos ingredientes imprescindibles: los fideos udon y el huevo, que se puede servir crudo entero o algo batido. A partir de ahí hay mil sabrosas versiones de aderezarlo.
El contramuslo del pollo es tierno y jugoso, y cuando está deshuesado y troceado se cocina en cuestión de minutos. Con cuatro ingredientes más para darle sabor y aroma conseguiremos un plato de 10.
Un contramuslo tierno y aromático, acompañado de diferentes tipos de chiles, un poco de pimiento rojo para endulzar y tallo de cebolleta que refresca el conjunto: sacar el wok nunca tuvo mayor recompensa.
La vaina de esta legumbre, prima hermana del guisante, se come entera y sin desgranar. Su sabor dulzón y textura crujiente hace que los tirabeques queden geniales al vapor o salteados, como en esta receta.
Esta receta de origen italiano es tan fácil de hacer como deliciosa. Y lo mejor: queda una salsa a base de cebolla, zanahoria, tomate, vino y el mismo jugo del ave que es para mojar pan durante tres días seguidos.
La cocina de Holanda no es la alegría de la huerta, pero tiene algunas recetas tradicionales que valen mucho la pena. Un ejemplo es este puré a base de guisantes secos con hortalizas y carne de cerdo.
Una menestra con verduras de temporada cocinadas al punto es una auténtica delicia a la que antaño, en las zonas de pastoreo, se le añadía un poco de carne de cordero para dar más contundencia al plato.
Cocinamos la sémola de trigo con un sofrito que admite prácticamente cualquier verdura que tengamos a mano y la proteína que más nos guste. Se prepara en 15 minutos y puede servir como receta de aprovechamiento.
En Occidente no estamos muy acostumbrados a tomar pescado con curry, y deberíamos. Es una combinación deliciosa que ayuda a consumirlo más, además de admitir infinitas combinaciones.
El solomillo Wellington lo petó hace ya algunas décadas y se quedó en muchas mesas por Navidad. En esta receta le damos una vuelta y, en lugar de carne, usamos salmón y espinacas a la crema.
Usamos tinta para dar color a unos fideos finos que tostamos previamente en la sartén y rematamos en el horno. La técnica, además, cocinará los gambones en su punto justo.