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Ximena Pichel, la conductora que agredió a un policía en Ciudad de México, pide disculpas: “Ofendí a un hombre que hacía su trabajo”

La mujer, que atacó de forma racista y clasista a un agente de tránsito, envía un comunicado en el que reconoce la “gravedad de lo ocurrido”. Al mismo tiempo sale a la luz otro vídeo en el que insulta a una guardia de seguridad

Capturas de un video compartido en redes sociales en las que se observa a Ximena Pichel insultando a una guardia de seguridad.Foto: RR SS | Vídeo: RR SS
Beatriz Guillén

Ximena Pichel, la conductora que agredió a un policía en Ciudad de México la semana pasada, ha pedido disculpas. En un comunicado firmado hace unos días, pero difundido ahora, la mujer reconoce la “gravedad de lo ocurrido”. “No hay justificación. Fue un error que asumo con responsabilidad. Quiero ofrecer una disculpa pública sincera y sin reservas. Mis palabras ofendieron a un hombre que hacía su trabajo y también a muchas personas que, cada día, enfrentan la discriminación y el desprecio”, ha escrito Pichel. La modelo argentinomexicana fue grabada mientras insultaba sin cesar a un agente de tránsito en la colonia Condesa, al que llamó “pinche indio” y “pinche negro”, y al que llegó a decir: “Odio a los negros como tú”. Al mismo tiempo que sus disculpas ha salido a la luz otro video, de fecha desconocida, en el que insulta a una guardia de seguridad.

El caso de Pichel ha despertado la indignación en México. Los insultos de la conductora —a bordo de un lujoso Mercedes, en una de las colonias más privilegiadas de la capital, dirigidos a un funcionario de a pie— han desvelado las costuras de un país en el que el racismo y el clasismo siguen siendo un lastre silencioso. Este mal latente solo vuelve a los focos cuando es tan sonoro como el ataque de Pichel. La mujer, a la que las redes sociales han apodado como Lady Racista, se estacionó mal el pasado fin de semana en la calle Alfonso Reyes, en el centro de la Condesa. Ni siquiera había pagado el parquímetro. Cuando el agente de tránsito y otro funcionario se aproximaron a su vehículo para ponerle el inmovilizador, empezó la agresión.

“No quiero que este momento defina todo lo que soy”, ha escrito ahora Pichel, que dice estar dispuesta a “aprender y ser mejor”. La mujer sigue: “No busco compasión ni excusas. Tampoco me tiro al piso. Lo que busco es transformar este momento en un punto de partida para crecer. A la persona que ofendí directamente, le pido perdón con honestidad. A quienes se sintieron heridos o decepcionados por mí, también les ofrezco mi disculpa más genuina”.

El policía de tránsito atacado ha presentado una denuncia penal ante la Fiscalía de Ciudad de México y también ante el Consejo para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Copred). El jefe de la policía en la capital, Pablo Vázquez, ha confirmado que la dirección de asuntos jurídicos de la Secretaría de Seguridad está acompañando legalmente el caso. Sobre la agresión se ha pronunciado también la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, que ha anunciado una campaña contra la discriminación e incluso la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, quien lo calificó como un “racismo aberrante”.

Pichel nunca llegó a ser sancionada por estacionar mal su vehículo, pero ahora se puede enfrentar a multas económicas, trabajo comunitario de hasta 100 días e incluso una pena de uno a tres años de prisión, según el artículo 206 del Código Penal de la Ciudad de México, que regula el delito de discriminación.

Al mismo tiempo que se precipitan las consecuencias legales para Pichel, ha salido a la luz otro video en el que agrede a una guardia de seguridad. El escenario cambia, de la Condesa a la entrada de un fraccionamiento. En la puerta, la actriz discute con una trabajadora. En las imágenes se ve que Pichel se aleja y que la mujer le sigue a distancia: la modelo le ha quitado su celular. “Ese teléfono es mío”, le dice la guardia; “me vale verga, ya no te voy a dar nada”, contesta Pichel, “esta es mi puta puerta”. La discusión, aparentemente, comenzó porque la trabajadora no le abrió la puerta del estacionamiento. “Me la abres y te lo doy”, dijo Pichel en referencia al teléfono. La grabación termina cuando otro guardia de seguridad interviene y la modelo entra en el edificio, no sin antes insultar a la trabajadora: “Me tienes hasta la verga, maldita huevona”, “pinche gata de mierda”.

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Sobre la firma

Beatriz Guillén
Reportera de EL PAÍS en México. Cubre temas sociales, con especial atención en derechos humanos, justicia, migración y violencia contra las mujeres. Graduada en Periodismo por la Universidad de Valencia y Máster de Periodismo en EL PAÍS.
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