La policía británica investiga el presunto uso del príncipe Andrés de su escolta para espiar a Virginia Giuffre
El hermano del rey Carlos III proporcionó al agente, pagado con dinero público, datos personales de la víctima de Jeffrey Epstein


El rastro de escándalos y maniobras turbias que ha ido dejando el príncipe Andrés en sus asuntos privados es difícil de frenar y de ocultar, por mucho que se le despoje de sus títulos —como forzó su hermano el rey, Carlos III, a que así ocurriera el pasado viernes— o se le condene al ostracismo social. La Policía Metropolitana de Londres ha anunciado este domingo en un comunicado que ha abierto una investigación sobre la última información del que hasta hace nada era el duque de York.
El príncipe, según el diario Mail on Sunday, dio a uno de sus escoltas datos privados de Virginia Giuffre, la mujer que Andrés conoció cuando era menor a través de su amigo, el multimillonario estadounidense, Jeffrey Epstein. El hermano del rey suministró al agente, pagado por el erario público para su protección personal, la fecha de nacimiento y el número de la Seguridad Social de Giuffre, con el propósito de que ejerciera de investigador privado y sacara algún trapo sucio que pudiera ser utilizado contra la mujer.
En esos momento faltaban pocas horas para que saliera a la luz pública la infame foto en la que se ve al príncipe agarrando del talle a una joven Giuffre, que viste un top y tiene su cintura al aire. Detrás de ellos, sonriente, aparece la socialité británica Ghislaine Maxwell, la mujer que conseguía para las aventuras sexuales de Epstein a menores de edad, y que hoy está en prisión. El encargado de tomar la foto fue el propio multimillonario. El lugar, el apartamento de Maxwell en Londres. La fecha, el 10 de marzo de 2001.
El príncipe intentaría más tarde negar la autenticidad de la foto, pero los correos publicados este fin de semana muestran sus intentos de frenar que saliera a la luz. Andrés, según ha publicado el citado diario, escribe en 2011 al entonces secretario de prensa de su madre Isabel II, Ed Perkins, y le explica de modo indiscreto el encargo que le ha hecho al escolta.
“Somos conscientes de las informaciones aparecidas en los medios y estamos investigando de modo activo esas alegaciones”, ha dicho la policía en su comunicado.
El ministro británico de Energía, Ed Miliband, que cumplía este domingo la tarea de comparecencia pública que ejercen a diario los miembros del Gobierno de modo rotatorio, ha defendido la investigación policial, “porque ese no es en absoluto el uso que debe darse a los oficiales destinados a la protección personal”.
El pasado viernes, en un escueto comunicado que tenía toda la apariencia de haber sido forzado por su hermano Carlos III y por el heredero, Guillermo de Inglaterra, Andrés anunciaba su renuncia a todos sus títulos, comenzando por el más importante, el ducado de York. Su esposa, Sarah Ferguson, también deja de ser duquesa. Solo las hijas de ambos, Beatriz y Eugenia, conservan su título de princesas.
La noticia ha tenido un gran impacto, dentro y fuera del Reino Unido, pero a medida que pasan las horas, queda claro que el pretendido cortafuegos en torno a Andrés, para evitar un mayor deterioro de la imagen de la Corona, no tiene la eficacia perseguida. El diario Daily Mail ha revelado mensajes entre el príncipe y su amigo Espstein en los que este insiste en presentarle a otra de las chicas que fueron víctimas de su red de abusos sexuales. Y la información de que Andrés intentó presuntamente usar a un agente público para escarbar en la vida de Giuffre ha provocado un profundo rechazo en la sociedad británica.
No parece, sin embargo, que el oficial siguiera las instrucciones del príncipe. La foto con Giuffre apareció, y Andrés se limitó a afirmar de continuo que no conocía a la mujer ni recordaba haber sido protagonista de esa foto.
Giuffre se suicidó el pasado abril. Sus memorias póstumas, publicadas ahora, describen sus varios encuentros sexuales con Andrés cuando ella era menor. La publicación ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Carlos III. La defenestración pública de su hermano se produjo el viernes, tras una conversación entre ambos, y se le quiso dar un sentido de urgencia y determinación que pilló por sorpresa a la mayoría de los medios británicos.
Andrés retiene su título de príncipe, que adquirió al nacer por ser hijo de Isabel II. Sin embargo, el hermano de Giuffre, Sky Roberts, pidió en la BBC al rey que fuera más allá y le despojara también de ese último honor.
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