Portugal pide a Bruselas una auditoría urgente sobre las causas del apagón
El país, que recibía el 30% de su electricidad de España en el momento del corte porque era más barata, comienza a examinar los fallos mientras recupera la vida cotidiana


El primer ministro en funciones de Portugal, Luís Montenegro, ha solicitado este martes que la Agencia para la Cooperación de los Reguladores de la Energía de la Unión Europea realice una auditoría independiente sobre el apagón que afectó a la Península Ibérica el lunes. “Queremos una investigación completa de las causas del apagón. Necesitamos una investigación rápida y respuestas urgentes”, ha dicho Montenegro en una conferencia de prensa. El mandatario ha anunciado también que su Gobierno va a crear una comisión técnica independiente para estudiar cómo actuar en el futuro y evitar los fallos que se cometieron el lunes.
Las horas que Portugal pasó sin electricidad reflejaron a las claras dos cosas: un ejemplar civismo de los ciudadanos y una extrema vulnerabilidad de las infraestructuras esenciales. El apagón iluminó de forma casi cegadora todos los fallos de los servicios que carecen de plan b para seguir funcionando. Solo los hospitales y algunos edificios públicos con generadores lograron mantener la actividad, aunque bajo mínimos. Pero ni siquiera el Instituto Nacional de Emergencias Médicas, que atiende las urgencias, y muchos centros de salud estaban preparados para esto. En algunos momentos las llamadas para solicitar una ambulancia tardaron más de 40 minutos en ser atendidas, según informó Rui Lázaro, presidente del Sindicato de Técnicos de Emergencia Hospitalaria, al diario Público.
Este martes el país está recuperando la normalidad de forma progresiva. Los metros, aunque con retraso, vuelven a circular. Los colegios han abierto y los hospitales han retomado la actividad prevista, tratando de dar respuesta en los próximos días a todas las consultas y cirugías retrasadas durante el apagón. A las 9.30 de hoy, los 6,3 millones de clientes con contrato de electricidad habían recobrado el servicio y solo restaban 800 hogares sin luz por averías no relacionadas con el apagón, según informó el Gobierno. “El sistema está funcionando con producción nacional, hemos tenido capacidad para reiniciar el sistema de producción y distribución de energía”, subrayó Luís Montenegro.
En algún momento, además, se organizará el debate electoral entre el primer ministro, Luís Montenegro, y el candidato socialista Pedro Nuno Santos, que debería haberse celebrado el lunes a las 22.00. El apagón ocurrió a tres semanas de las elecciones y varios líderes de la oposición han anunciado que no lo utilizarán para hacer campaña. Los ataques más duros contra la gestión del Gobierno llegaron del socialista Pedro Nuno Santos y del ultraderechista André Ventura. “Estamos en una crisis energética porque somos dependientes de la importación de energía. Y esto tiene dos responsables, PS y PSD, que nos hicieron firmar contratos millonarios con los productores y que nos hicieron dependientes de España al cerrar nuestras centrales de carbón”, acusó Ventura durante una entrevista en la cadena SIC. A su vez, Santos recriminó el “apagón informativo” y la “falta de liderazgo” del primer ministro.
En el aeropuerto de Lisboa, la infraestructura del país más afectada por el histórico corte, se reanudaron las salidas aunque los retrasos y las cancelaciones fueron constantes durante la jornada, con cerca de una treintena de vuelos suspendidos. La autorización especial del Gobierno para que las compañías aéreas pudiesen operar durante la pasada madrugada no sirvió para solucionar el gran atasco generado por la suspensión de casi todas las salidas programadas para el lunes. No ha habido ninguna explicación de ANA, la empresa que gestiona todos los aeropuertos de Portugal, para aclarar por qué la actividad en Oporto y Faro, aunque limitada, ha sido posible, a diferencia de lo ocurrido en la capital. El ministro de Infraestructuras y Vivienda, Miguel Pinto Luz, explicó en una entrevista en el canal Now que la actividad en Lisboa solo se normalizará “en dos o tres días”.

El Gobierno convocó su segundo consejo extraordinario de ministros en 24 horas. El apagón informativo, que se sumó al apagón general durante las primeras horas, es una de las principales críticas que está recibiendo el Ejecutivo. La otra es la vulnerabilidad del sistema energético portugués. En sus declaraciones del lunes, el primer ministro, Luís Montenegro, trató de alejar la responsabilidad de lo ocurrido. Recordó que el origen del fallo se registró en la red española y que la portuguesa se vino abajo porque, en el instante de la caída, estaba importando el 30% de la electricidad del país vecino porque estaba más barata. La desaparición súbita de ese suministro a las 11.33 del lunes (hora local) dejó desabastecido al 93% de los consumidores lusos. “España tuvo la ayuda de Francia y Marruecos, pero Portugal solo cuenta con conexiones internacionales con España”, recordó Montenegro.
Ante una crisis energética como la vivida ayer, algunos especialistas y políticos recordaron decisiones tomadas en el pasado que tampoco ayudan a tener el control público sobre infraestructuras esenciales. La Red Eléctrica Nacional (REN), que se encarga del transporte de electricidad, fue privatizada durante la oleada de ventas de empresas públicas forzada durante la intervención del país por la troika (Comisión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo). También la concesionaria de los aeropuertos está en manos de la empresa francesa Vinci. Mariana Mortágua, coordinadora del Bloco de Esquerda, aprovechó para reclamar de nuevo la nacionalización de la REN, cuya privatización consideró un “grave error”.
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