Cuatro muertos al estrellarse un avión militar en un área residencial de California

Cuatro personas han fallecido este lunes al estrellarse un caza F-18 del ejército de EE UU en un área residencial de la ciudad de San Diego, en el Estado de California. Las víctimas, que pertenecían a una misma familia de origen surcoreano, se encontraban en el interior de unas de las viviendas destruidas por el accidente. El piloto, que se encontraba en comunicación con los controladores aéreos militares en los momentos previos al incidente, pudo abandonar el aparato antes de que se cayese el aparato.

El último cadáver que han hallado los bomberos en la zona siniestrada es el de una adolescente de 15 años Grace Yoon, que estaba desaparecida. En el accidente también han muerto la abuela, la madre y la

hermana pequeña de la joven. Las unidades de bomberos se han desplazado también al área para apagar las llamas provocadas por el avión, que han generado una densa nube de humo visible en la ciudad.

El portavoz de Administración Federal de Aviación (FAA, en sus siglas en inglés), Ian Gregor, ha explicado que la colisión se produjo cuando el avión se preparaba para aterrizar en la base aérea del Cuerpo de Marines de Miramar, a 1,25 kilómetros del lugar del accidente.

El piloto, que realizaba una sesión de entrenamiento, aterrizó en paracaídas sobre un árbol próximo al lugar del accidente, en los alrededores de un instituto de enseñanza. Ha sido hospitalizado pero su estado es estable.

Según relataron testigos a una radio local, el piloto dirigió el avión hacia un gran cañón cercano para evitar la escuela. Un asistente del instituto, Gayle Newcomb, ha asegurado que el avión no impactó contra las instalaciones, aunque cayó cerca, y que todos los estudiantes están a salvo.