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Reportaje:

Los consejos fatales de un vicepresidente

Dimite en Costa Rica el 'número dos' de Óscar Arias, tras difundirse un mensaje en el que recomendaba una campaña del miedo a favor del TLC para el referéndum del 7 de octubre

Las ideas y palabras crudas de un mensaje escrito por correo electrónico y filtrado a la opinión pública derribaron el pasado fin de semana de su cargo al segundo vicepresidente y ministro de Planificación de Costa Rica, Kevin Casas, una de las piezas clave del Gobierno de Óscar Arias. Sin embargo, Casas también ha sido el responsable de un duro golpe a la campaña oficialista para el referéndum del 7 de octubre, que pretende resolver un debate nacional de tres años sobre la conveniencia de aprobar el tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos y Centroamérica o de convertir al país en el único firmante que finalmente elige no ratificarlo.

La presión de sectores políticos y sociales ha terminado cortando la soga que mantenía en su puesto a Casas, desde que se descubrió un memorándum en el que recomendaba a Arias el uso del miedo en la propaganda a favor del sí y la siembra de cizaña entre los líderes opositores al tratado, al vincularlos con los Gobiernos izquierdistas de Hugo Chávez (Venezuela), Fidel Castro (Cuba) y Daniel Ortega (Nicaragua). También planteaba recortar el presupuesto de las alcaldías que no se comprometieran a hacer campaña a favor del TLC, además de organizar actividades propagandísticas sobre los controles impuestos por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) para la febril campaña de cara a la primera consulta popular en la historia de este país centroamericano, caracterizado por la solidez de su democracia.

Casas, un abogado y politólogo de 39 años con títulos de Essex y Oxford, se estrenó en la política durante las elecciones de 2006 como miembro de la fórmula presidencial encabezada por Arias, quien todavía ensalza a su hombre de confianza, a pesar de que, según analistas locales, ha puesto entre la espada y la pared electoral a uno de los objetivos prioritarios del Gobierno. El académico era visto como una figura enérgica, preparada y con gran futuro político, incapaz de caer en un error estratégico como el que se descubrió cuando el polémico memorándum salió en la portada del periódico semanal de la Universidad de Costa Rica, crítico con el TLC.

El vicepresidente y el diputado oficialista Fernando Sánchez, primo de Arias, admitieron hace dos semanas, con abundantes y diversas formas de arrepentimiento, haber redactado las sugerencias el 29 de julio, "ofuscados" por un agitado debate sobre el TLC en un pueblo de la periferia de San José. Los autores, ejemplos de preparación académica y depositarios de las más variadas expectativas políticas, se convirtieron entonces en el blanco de la aguerrida campaña opositora al tratado, dirigida por grupos defensores del modelo estatalista y del vigente monopolio público de las telecomunicaciones y los seguros, cuya ruptura establece el TLC.

Mientras Sánchez conserva hasta ahora su escaño en el Congreso, Casas decidió abandonar la vicepresidencia y el cargo de ministro de Planificación para que el escándalo no haga naufragar la campaña promotora del TLC. "Prefiero presentar la renuncia irrevocable e inmediata", dice la carta que recibió Arias el pasado sábado por la mañana, de parte de quien había coordinado su programa de Gobierno. Varias encuestas divulgadas en las últimas semanas hacen prever un ajustado resultado en el referéndum. Ahora, el propio Arias augura un impacto negativo del memorándum sobre el caudal de votos favorables al tratado.

"Más que mi vicepresidente, es una persona a la que quiero y respeto mucho (...). Lamento perder a uno de mis mejores ministros, pero tomo esta decisión aceptar la renuncia] con serenidad y respeto hacia Kevin, pero al tomarla él pensó primero en el país", declaró Arias en un comunicado de prensa.

Aunque la dimisión del vicepresidente debe aún ser presentada al Congreso, se da por un hecho que el puesto de número dos de Arias será en adelante ocupado en solitario por la otra vicepresidenta, Laura Chinchilla, o por el hermano del mandatario y ministro de la Presidencia, Rodrigo Arias.

Grupos políticos favorables al TLC celebran la salida de Casas, mientras sectores opuestos la declaran insuficiente, piden también la renuncia de Fernando Sánchez y continúan exigiendo a Arias mayores explicaciones sobre el contenido del memorándum, decididos a seguir sacando provecho a su principal arma electoral, a dos semanas de una elección que podría marcar el modelo de desarrollo nacional, una razón por la que muchos atribuyen al referéndum más importancia que a los comicios presidenciales.

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