Un helicóptero estadounidense con 17 militares es derribado en Afganistán

El aparato se estrelló al oeste de la ciudad Asadabad (este de Kabul) cuando llevaba tropas para participar en una operación contra la insurgencia en la zona, según una portavoz de EE UU. En un comunicado, las fuerzas estadounidenses destacadas en Afganistán han señalado que "las primeras investigaciones indican que la caída del aparato puede haberse debido a fuego hostil" y que se desconoce el estado de sus ocupantes. "Diecisiete militares se encontraban a bordo del helicóptero CH-47 que se estrelló en una zona montañosa de Asadabad", ha agregado el mando estadounidense. Esos soldados se dirigían a apoyar a otras tropas que ya estaban en la zona, donde se llevan a cabo combates entre las fuerzas estadounidenses y los talibán.

Latifullah Hakimi, que se ha declarado portavoz de los talibán, ha atribuido la autoría del suceso a esos extremistas islamistas y ha asegurado a Efe que "nuestras fuerzas mostraron de nuevo que no quieren tropas extranjeras en el país". Según Hakimi, en el helicóptero Chinook viajaban 35 militares de Estados Unidos y todos ellos han muerto. El pasado abril se estrelló otro helicóptero estadounidense Chinook en Ghazni, al sur de Kabul, muriendo 15 militares y tres civiles estadounidenses.

Unos 18.000 soldados norteamericanos están destacados en Afganistán, la mayoría de los cuales participan en la operación Libertad duradera, dirigida contra los guerrilleros talibán y sus aliados miembros de la organización terrorista Al Qaeda. En los últimos tres meses se ha incrementado la violencia en el país, donde el 18 de septiembre se celebrarán elecciones legislativas. En el sur los combates entre los talibán y militares afganos y estadounidenses han causado en los últimos tres meses la muerte de 300 supuestos rebeldes y de más de una treintena de policías y soldados afganos, junto a decenas de civiles. El régimen ultraintegrista islámico talibán gobernó el país desde 1996 hasta finales de 2001, y muchos de sus partidarios todavía tienen una fuerte presencia, sobre todo en el sur y el este de Afganistán.