El cordero y el yogur son los protagonistas de este plato balcánico tradicional, tan curioso como completo y contundente

Hace un calor de madre y estás a punto de desfallecer, pero que no cunda el pánico: tenemos para ti un puñado de recetas refrescantes que te solucionarán la vida en agosto.

La fresa está presente: llega la primera fruta primaveral cargada de promesas de sol y días más largos. Si solo se te ocurre comerlas solas o con yogur, te estás perdiendo muchas de sus posibilidades.

Entrantes para Navidad pastel de merluza al martini, alcachofas rellenas con gambas y tartar de salmón y aguacate.

Una sencilla técnica que se usa en varios países de Suramérica nos permite conseguir un arroz blanco suelto y con sabor, gracias al ajo dorado, el perlado del grano y la cocción al vapor.

La clásica ensaladilla rusa también tiene su versión oriental, con jamón en lugar de atún o bonito, su clásica mayonesa dulce y trozos de pepino para refrescar el conjunto. El resultado es adictivo.

Con vegetales, sobras, pestos, pescado o en frío: la pasta es una opción muy fácil y rica que admite un montón de acompañantes para preparar cenas resultonas en un plis.

Mezclamos este queso griego curado en salmuera con pera, albaricoque y sandía en tres recetas diferentes. El resultado te lo puedes imaginar: dan ganas de ir al Peloponeso a comprar 10 kilos de feta.

Si no eres muy fan del pimiento, esta misma receta se puede hacer con otras hortalizas asadas como berenjena, calabacín, calabaza, remolacha o zanahoria. Y así sales un poco de los espaguetis con tomate frito de bote, anda.

Pipirrana para estómagos sensibles.

Una sopa tudelana de espárragos blancos, un rabo de toro estofado, unas quesadillas de legumbres o una tarta de galletas, queso y fruta: nuestro menú de esta semana es una vuelta de vacaciones soñada.

Atún con hummus de almendras, tartar de ternera con albahaca y tomate seco, crema de patata, pulpo y huevo o flan de dulce de leche. No intentes resistirte a nuestras propuestas semanales, es en vano.