Digitalización responsable para una transición verde, por la ruta circular

La palabra “transición” representa un proceso de cambio hacia algo nuevo. Y aunque la acepción mire en ambos sentidos, normalmente el término se utiliza como tránsito hacia un escenario mejor. Vivimos en tiempos de transición verde, pero también se habla mucho de transición digital. Y lo cierto es que ambos conceptos se refuerzan mutuamente. Estudios del Foro Económico Mundial o el Exponential Roadmap indican que las soluciones digitales pueden reducir las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) un 15% en sectores como el energético, la industria, la agricultura o el transporte, y hasta un 35% gracias a su capacidad de transformar los hábitos de las personas de aquí al año 2030, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Algo crucial para lograr la disminución de emisiones que se establece en el Acuerdo de París, en 2015 (limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2ºC respecto a los niveles preindustriales), ya que es necesario luchar por el máximo grado de eficiencia en los procesos. Y eso, la digitalización lo permite.

En la Conferencia del Clima COP29, celebrada en Bakú (Azerbayán) a finales de 2024, se hizo hueco por primera vez el Día de la Digitalización, con el objetivo de conseguir compromisos para fomentar la adopción de soluciones digitales y limitar el uso de recursos por parte de la tecnología. En aquella cumbre, más de mil organizaciones suscribieron la Declaración sobre la Acción Digital Verde, promovida por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU). Entre ellas, Telefónica.

La Declaración se definía como “un compromiso para reducir la huella medioambiental de la digitalización, mejorar la toma de decisiones basada en datos y reforzar la infraestructura vital de las comunicaciones digitales frente a los impactos del cambio climático”. Telefónica aborda este desafío a través de redes más eficientes (como la fibra y el 5G), medidas de eficiencia energética y electricidad renovable.

El objetivo global de la compañía es alcanzar las cero emisiones netas en 2040 en toda la cadena de valor, adelantándose diez años a los acuerdos internacionales. Para ello, se compromete a reducir las emisiones un 90% y a neutralizar las residuales a través de la compra de créditos de carbono de absorción de dióxido de carbono (CO₂), preferiblemente a través de soluciones basadas en la naturaleza.

Plan de Eficiencia energética

A mediados de 2022, fue la primera telco del mundo en obtener la validación de la iniciativa Science Based Targets (SBTi), según el nuevo Net-Zero Standard, de sus objetivos medioambientales cero neto, a corto y a medio y largo plazo. Confirmaba así que su ruta de descarbonización está alineada con la ciencia. Desde 2015 ha disminuido un 52% todas sus emisiones.

La fibra es un 85% más eficiente energéticamente que el cobre. Y el 5G, un 90% más que el 4G

El reto para Telefónica es mantener estable el consumo de electricidad pese al fuerte incremento de la digitalización de la sociedad y el aumento de los datos que van por sus redes de telecomunicaciones. Los principales ahorros se consiguen con la modernización de la red y apagando equipos antiguos. La fibra es un 85% más eficiente energéticamente que el cobre. Y el 5G, un 90% más que el 4G.

A ello suman iniciativas para reducir la energía en los periodos de menor tráfico y en la refrigeración, la iluminación, los equipos de fuerza... A lo largo de 2024 ha desarrollado y puesto en práctica 201 iniciativas de eficiencia energética y ha logrado reducir el consumo de energía un 8% entre 2015 y 2024, pese a que el tráfico de datos ha aumentado nueve veces.

Tras cumplir su meta de 2025 de disminuir el consumo de energía por unidad de tráfico en un 90%, la compañía se propone reducirlo un 95% para 2030. Usa el 100% energía eléctrica renovable en Europa y Brasil y, como consumidor en diferentes países, contribuye a generar más energía limpia. Para cumplir ambos objetivos se fomentan los acuerdos de compra de energía a largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés).

Circularidad: cero residuos en 2030

Para Telefónica, el mejor residuo es el que no se produce. Por ello, tiene como objetivo ser una compañía Residuo Cero en 2030. Integra la economía circular en sus procesos para optimizar el consumo de recursos y promueve el diseño con criterios ambientales, la reutilización y el reciclaje para minimizar su impacto y favorecer la reincorporación de materiales al ciclo productivo. La circularidad contribuye a alcanzar las cero neto emisiones en 2040.

En 2024 se han reutilizado cinco millones de equipos de operaciones, oficinas y clientes

El objetivo Residuo Cero busca transformar los residuos en recursos gracias a una gestión adecuada. La compañía prioriza la reutilización y, cuando no es posible, obtiene el valor de los materiales mediante el reciclaje. El número de equipos de operaciones, oficinas y clientes reutilizados en 2024 ha ascendido a cinco millones, un 11% más que en 2023. Asimismo, se reutilizaron y reciclaron el 95% de los residuos generados.

Telefónica ha sido reconocida, por undécimo año consecutivo, como compañía líder global por su acción contra el cambio climático al formar parte de la Lista A elaborada por CDP, organización sin ánimo de lucro cuyo informe es considerado el estándar de oro de la transparencia medioambiental corporativa y el referente para analistas e inversores en esta materia.