ESTADOS UNIDOS
Trump, obsesionado con ponerle su nombre a todo

Si hay una cosa que le encanta a Donald Trump es ponerle su nombre a todo. Buques de guerra, centros de artes escénicas o un salón de baile… cualquier cosa es susceptible de llamarse en honor al presidente de Estados Unidos.
Estos son algunos ejemplos, tan solo de diciembre: su apellido ha sido estampado en el Instituto Estadounidense para la Paz y en el emblemático Kennedy Center, ahora rebautizado con los nombres de ambos presidentes.
- A ello se suman promesas de un Arco de Trump en el National Mall, un gigantesco salón de baile en la Casa Blanca y una constelación de iniciativas oficiales que llevan su sello.
Esta autopromoción carece de precedentes… Rompe con el decoro tradicional que aconsejaba dejar los homenajes para después del mandato.
- Pero Trump nunca ha sido un político tradicional: su carrera como promotor inmobiliario convirtió su nombre en marca.
- Además, la fiebre nominativa se extiende también a la geografía y a las instituciones, desde el rebautizado “Golfo de América” hasta el regreso del “secretario de Guerra”.
©Foto: Sarah Yenesel (EFE)