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VIOLENCIA DIGITAL SEXUAL

La violencia digital no es virtual, es real. Amanda Todd lo contó antes de morir

No hay golpes ni gritos, pero duele igual. La violencia digital se infiltra en la vida, se repite cada vez que una imagen vuelve a circular y deja heridas que no se ven. Amanda Todd lo contó antes de morir, y su historia sigue recordando que la violencia digital es tan real como la física.

¿Quién era Amanda Todd? Fue una joven canadiense que sufrió durante años acoso, chantaje y humillación en internet.

¿Por qué sigue costando reconocer el daño digital? Porque aún persiste la idea de que lo digital es “menos real” que la vida offline. Esa desconexión provoca que muchas víctimas no sean tomadas en serio por su entorno, la policía o la justicia.

¿Qué papel tienen las plataformas tecnológicas? Son parte del problema. Según la abogada Laia Serra, Meta, X (antes Twitter) o TikTok responden tarde o ni siquiera actúan ante las peticiones judiciales para retirar contenido íntimo.

¿Y los algoritmos? También son responsables de este daño. Las investigadoras hablan de una “violencia lucrativa”, un modelo en el que las imágenes compartidas sin consentimiento aumentan el tráfico y, con él, los beneficios. Lo que empieza como una agresión termina alimentando un sistema que transforma el dolor en negocio.

©Foto: EL PAÍS

Si quieres saber más, puedes leer aquí.

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