Sí, el aire contaminado que respiras también te puede provocar un infarto
La contaminación atmosférica no solo es un problema ambiental, sino también una amenaza directa para la salud. Un nuevo estudio de la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón ha confirmado que los picos de contaminación están vinculados con un aumento en los ingresos hospitalarios y la mortalidad por infarto.
Un enemigo invisible: las PM₂,₅ son partículas microscópicas generadas principalmente por vehículos, industria, carbón, leña e incendios.
- Son tan pequeñas que pueden alcanzar los pulmones y el torrente sanguíneo, donde provocan inflamación y disfunción en los vasos sanguíneos.
- Estos mecanismos pueden desencadenar un infarto.
Y los datos lo han confirmado: cuando la concentración de PM₂,₅ supera los 10 microgramos por metro cúbico, se producen 22 infartos más por cada 1.000 hospitalizaciones en los tres días siguientes.
- A partir de los 25 microgramos, el riesgo de morir durante el ingreso por un infarto sube un 14%. Es decir, un fallecimiento adicional por cada 125 pacientes ingresados.
¿A quién afecta más? A las personas con factores de riesgo. También los niños presentan una especial sensibilidad, con un incremento de ingresos respiratorios en los días de peor calidad del aire.
©Foto: Juan Barbosa