
Arde el monte y también la política en una semana negra de incendios
España atraviesa una de las peores crisis forestales de su historia reciente. En solo siete días, el fuego ha calcinado más de 90.000 hectáreas, con especial virulencia en el noroeste peninsular.
Epicentro de una emergencia nacional: de los diez principales fuegos activos, siete se localizan en el triángulo Zamora-León-Ourense.
- En Castilla y León, más de 9.500 personas han tenido que abandonar sus casas.
- En municipios como Abejera, Congosta o Carucedo, los vecinos describen escenas de pánico ante la llegada del fuego sin apenas ayuda.
Las denuncia desde primera línea: los bomberos forestales y alcaldes de distintos partidos coinciden en que el operativo está desbordado.
- Denuncian falta de medios, jornadas extenuantes sin descanso ni comida, y una gestión caótica.
- Muchos recurren a tractores y mangueras propias para proteger sus pueblos.
La política (también en llamas): el presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, fue criticado por ausentarse en plena emergencia. Mientras tanto, el Gobierno central activó la preemergencia y ofreció ayuda. La Junta decidió no delegar la gestión.
¿Qué hay detrás de los incendios? El fuego avanza alimentado por un cóctel explosivo: calor extremo, vientos, tormentas secas, falta de prevención y un entorno rural envejecido y abandonado. Las críticas apuntan a una inversión insuficiente en prevención y a la desconexión entre el mundo rural y las decisiones políticas.
©Foto: Brais Lorenzo (EFE)