
Hiroshima sigue hablando 80 años después (y el mundo sigue sin escuchar)
El 6 de agosto de 1945, la ciudad japonesa de Hiroshima fue arrasada por la primera bomba atómica lanzada sobre una población civil. Ochenta años después, los supervivientes —los hibakusha— siguen levantando la voz para que el mundo no olvide aquella catástrofe.
- La explosión generó 4.000 grados centígrados, mató a 70.000 personas en el acto y dejó heridas a decenas de miles.
- De los 300.000 habitantes que vivían entonces en Hiroshima, miles quedaron sepultados entre escombros.
- Tres días después, una segunda bomba atómica cayó sobre Nagasaki. Japón se rindió el 15 de agosto, marcando el final de la II Guerra Mundial.
Una tragedia muy presente. En pleno auge del lenguaje disuasorio entre potencias, y con planes activos de modernización de arsenales nucleares, sus testimonios cobran una urgencia renovada.
Cicatrices visibles… y silenciosas: más allá de las quemaduras, muchos hibakusha desarrollaron cáncer, leucemias y enfermedades provocadas por la radiación.
- También enfrentaron discriminación, miedo a transmitir malformaciones a sus hijos y un profundo estigma social que marcó sus vidas durante décadas.
Nihon Hidankyo, Nobel de la Paz 2024: la organización que agrupa a los hibakusha fue reconocida con el Nobel de la Paz por su labor de testimonio y activismo. Su mensaje es claro: las armas nucleares no deben volver a usarse nunca.
Una frase: “No hemos aprendido nada en 80 años”, lamenta la hibakusha Masako Kido.
©Foto: Frank Robichon (EFE)