
Qué es un pirocúmulo, la impredecible nube de gases que hizo del incendio de Lleida una trampa mortal
No todos los incendios son iguales. El que dejó el martes dos muertos en Lleida, un granjero de 32 años y un trabajador de 45, es uno de las llamados incendios de sexta generación: provocan procesos que no se pueden predecir, y esto hace que sean más peligrosos.
El responsable de la destrucción en Lleida fue el pirocúmulo: una nube de gases y vapor que provoca el fuego y que alcanzó 14 kilómetros de altura.
- En solo media hora, el pirocúmulo generó una carrera de vientos que hizo que el fuego lograse puntas de velocidad de 28 kilómetros por hora.
Las víctimas. El empresario agrícola Jordi Esteve, de 32 años, y uno de sus trabajadores, Omar Fabián Agudelo, de 45, murieron en una zona agrícola de Lleida. Esteve fue en coche a socorrer al trabajador, que estaba en una de las granjas cuando empezó el fuego. Cuando volvían al municipio de Agramunt, quedaron atrapados por el humo y murieron asfixiados.
¿Cómo se forma un pirocúmulo?
- Cuando la vegetación se quema, libera grandes cantidades de calor: esto hace que el aire choque con las capas altas de la atmosfera y se condense.
- Se forma una columna de aire, que se derrumba hacia la parte donde progresa el incendio. La dirección de los vientos se vuelva caótica. Es como si se lanzara con fuerza una botella de agua abierta sobre el suelo y el líquido saliera disparado en todas direcciones.
- El fuego crea su propio clima y en vez de estar sometido a vientos locales, genera sus propias tormentas internas.
¿Puede volver a ocurrir? Sí, los expertos creen que estos fenómenos serán cada vez más comunes a causa de las temperaturas extremas.
©Foto: Bombers