La ensaimada, un dulce que resiste al tiempo

La ensaimada es una joya de la repostería española que nunca ha alcanzado la fama de otros bollos europeos, como el cruasán. Sin embargo, esta espiral esponjosa hecha de harina, huevos, agua, azúcar y manteca de cerdo, guarda una complejidad técnica y un simbolismo que la hacen única.
Elaboración artesanal y compleja. La elaboración de una ensaimada exige mucho más que buenos ingredientes. La clave está en un amasado homogéneo, el arte de estirar la masa sin romperla y la paciencia para dejarla reposar durante al menos 12 horas.
Un sello de calidad con escasa representación. La identidad de la ensaimada está tan ligada a Mallorca que, desde 2003, goza de la Indicación Geográfica Protegida (IGP).
- Pese a ello, solo un 10% de las ensaimadas vendidas en la isla están bajo este sello.
La historia de la ensaimada también es un cruce de culturas:
- El cocinero e investigador Toni Piña sugiere que la forma espiral y la técnica recuerdan a la repostería judía.
- Sin embargo, la inclusión de la manteca de cerdo apunta a la época de la conversión forzosa de los judíos en 1492.
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