
Diagnóstico tardío, escasos recursos y mucho sufrimiento: la realidad del trastorno límite de personalidad
Vivir con trastorno límite de personalidad es como una montaña rusa de emociones.
¿Cuáles son los tres rasgos más característicos? Según el especialista Juan Carlos Pascual:
- Mal manejo de las emociones negativas, como rabia, tristeza o ansiedad.
- Impulsividad, expresada en comportamientos como consumo de drogas, gastos excesivos o autolesiones.
- Problemas en las relaciones, que suelen ser tempestuosas, con idealización y devaluación del otro, dependencia emocional y miedo intenso al abandono.
¿Cuántas personas lo padecen? Se estima que entre el 1,4% y el 5,9% de la población sufre este trastorno. En España, incluso con los cálculos más conservadores, afectaría a más de 600.000 personas.
¿Por qué es tan difícil de diagnosticar? Porque puede enmascararse en otras enfermedades como la ansiedad o la depresión.
¿Tiene tratamiento? No hay un fármaco específico para tratarlo. Los medicamentos se utilizan para tratar trastornos asociados. La intervención más eficaz es una psicoterapia especializada.
- El problema es que el sistema sanitario no está suficientemente preparado. Escasean recursos y profesionales.
Una frase: “Mezclo alcohol con pastillas, he llegado a meterme en peleas en la calle y he buscado relaciones sexuales de riesgo”, explica una afectada.
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