
Las caídas en los hospitales, un riesgo silencioso que amenaza a muchos pacientes
Cuando pensamos en un hospital, solemos imaginar un lugar seguro. Pero hay un riesgo silencioso que amenaza la recuperación de muchas personas: las caídas. Miles de pacientes sufren accidentes mientras están ingresados. A veces, las caídas causan heridas graves, complican la recuperación e incluso pueden ser mortales.
Un dato: las caídas afectan a hasta cinco enfermos por cada 1.000 días de ingreso.
¿Por qué?
- Por el estado del paciente: personas mayores, enfermas o con problemas de visión o equilibrio corren más riesgo.
- Por el entorno: suelos resbaladizos, una mala iluminación, cables sueltos o camas altas pueden provocar tropiezos.
- Por la organización: si el personal tarda en atender una llamada, algunos pacientes se levantan solos y se caen.
¿Se pueden prevenir? Sí. Según los expertos, entre el 20% y el 50% de las caídas se pueden evitar con medidas sencillas.
¿Qué están haciendo los hospitales para evitarlo? Algunos centros, como el Clínic de Barcelona, han empezado a identificar a cada paciente con pulseras según el nivel de riesgo estimado o a ofrecer apoyo de un fisioterapeuta para mantener el tono muscular.
Un coste económico. Además de las horas de personal y recursos destinados a la prevención, la asistencia para atender las lesiones sufridas repercute en las cuentas de los centros.
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