GUERRA COMERCIAL

¿Qué hay detrás del viaje oficial de Sánchez a China?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha visitado esta semana a su homólogo chino, Xi Jimping. Es la tercera vez que se reúnen, pero esta ocasión ha sido diferente a las anteriores.

Y así se vio en los detalles: la vajilla que usó Sánchez solo es para invitados muy especiales y, aunque estaba previsto que la cita durara dos horas, se fue a tres.

¿El motivo? Xi era muy consciente de la apuesta arriesgada que había hecho Pedro Sánchez al acudir a Pekín en plena guerra comercial con EE UU.

Su Gobierno lo tiene claro: el objetivo es dejar aislado a Washington y unir al resto del mundo para seguir comerciando como antes con o sin EE UU.

Y el viaje es un claro desafío a Trump. Aunque Sánchez afirma que no ha tomado postura entre China y EE UU y llama al diálogo, es una muestra de acercamiento que contrasta con la de otras potencias europeas, como es el caso de Italia, cuya primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, viaja a Washington para reunirse con Trump esta semana.

“Si EE UU se cierra, un Gobierno serio tiene que mirar a China. Hay que buscar la mejor relación posible”, explica un miembro del Ejecutivo.

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