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La Policía desarticula 20 narcopisos distribuidos por todo Madrid y detiene a 42 personas en su última operación

Varias intervenciones desarrolladas en el último trimestre han acabado con puntos de venta de droga ubicados lo mismo en barrios ricos que pobres, en el corazón de la capital que en municipios de la frontera regional

Daniela Gutiérrez

20 narcopisos ubicados por toda la Comunidad de Madrid han sido desmantelados gracias a la última operación integral de la Policía Nacional, que ha abarcado el último trimestre. Están en el corazón de la capital de España y en municipios que hacen frontera con otras autonomías, en barrios de altos ingresos y en barrios de menos renta, en apartamentos y en chalés: el mapa con algunas de las ubicaciones de estos puntos (11), facilitadas por la Policía a este diario, confirma que el negocio de la droga está en todos sitios. Este año ya son 113 los narcopisos intervenidos en la región. Los implicados en la venta de estupefacientes detenidos en esta última ocasión han sido 42, pero la maquinaria del narcotráfico suma cientos de trabajadores y colaboradores en sus redes, 271 de los cuales han sido arrestados en lo que va de 2025.

Dos agentes de la Policía Nacional. Foto: POLICÍA NACIONAL/Europa press | Vídeo: EPV

Los agentes reconocen en una nota de prensa difundida a los medios que la colaboración ciudadana y de las asociaciones vecinales sigue siendo clave “para dar una respuesta eficaz y contundente a delitos relacionados con el tráfico de drogas”. Los puntos se esconden a veces en la puerta de al lado. En septiembre, los agentes lograron descubrir el verdadero propósito detrás de una supuesta asociación dedicada al consumo paliativo del cannabis y derivados. En un local ubicado en el distrito Retiro, muy cerca del parque y en medio de un barrio con pisos que salen al mercado por millones de euros, radicaba la asociación que escondía un negocio bajo la carátula de un club al que acudían sus socios solo para consumir ―una práctica legal en España si se cuenta con permisos―.

La asociación carecía de autorización para el cultivo, distribución y consumo de cannabis, pero en sus espacios se vendían sustancias estupefacientes. “Para dificultar la labor policial, los consumidores accedían a firmar un documento, afirmando que las sustancias que portaban no habían sido compradas en el local y que eran traídas por ellos para consumir en el interior”, explica la Policía Nacional en su nota.

Las investigaciones al local se completaron el pasado 1 de septiembre con la entrada y registro del establecimiento, en el que fueron incautados “más de 200 euros en billetes fraccionados y dólares americanos, varios botes que contenían en su interior cogollos de marihuana, alrededor de 40 vappers que contenían sustancia estupefaciente y más de 30 cigarrillos preparados para el consumo con cannabis”. En el operativo resultaron detenidos el presidente de la asociación, el secretario, el tesorero y dos empleados del local como presuntos autores de un delito contra la salud pública y otro de asociación ilícita.

También en Madrid, pero en el distrito Centro, los agentes inspeccionaron un bar en el que encontraron numerosos paquetes de droga. Otro caso fue el de una vivienda de Hortaleza, en cuyo interior se localizó una plantación de marihuana de más de 550 ejemplares y en la que se hacía un uso fraudulento de la electricidad, que en muchos de estos casos suele ser el elemento que hace saltar las alarmas. Hubo varios pisos desmantelados en San Blas que se dedicaban en exclusiva a distribuir la droga en el parque Paraíso. En Villaverde se registraron dos domicilios contiguos en los que se encontraron tres kilogramos de marihuana, 20 gramos de cocaína y 215 gramos de hachís.

Los tentáculos de la droga que han sido cortados en esta operación se extendían también por fuera de la capital. En Alcalá de Henares, la Policía se encontró en septiembre con que un local, que supuestamente vendía cannabis medicinal y que ya había sido desarticulado por la venta y distribución del estupefaciente, había vuelto a activar el negocio. En una operación paralela, en ese mismo municipio, antes se había descubierto un inmueble en el que se vendía droga con un “trasiego continuo”, tanto así que los clientes se llegaban a acumular en el portal esperando a poder realizar su compra.

Algunos, como esos dos casos, no temen reincidir o a que su negocio sea demasiado evidente. En Aranjuez fue desmantelado otro punto en una vivienda, que pasaba la droga a través de una ventana que daba a la vía pública, como quien pasa una cajetilla de tabaco por la ventanilla del estanco. El matrimonio que residía en la vivienda había colocado una silla y una bañera debajo de la ventana a modo de señalización, para que los consumidores ―y luego la Policía― no tuvieran dudas de que allí estaba el lugar que buscaban.

Otros recurren a viejos métodos, como la distribución a través de camellos en parques y zonas públicas. En Alcorcón fueron detenidas dos personas que recorrían los alrededores de una plaza en búsqueda de clientes. Sin embargo, tenían unas complejas medidas de seguridad que dificultaban el trabajo de la Policía y contaban con colaboradores que advertían de la presencia de los agentes en la zona para que los distribuidores se pudieran esconder.

Este último operativo de la Policía Nacional, que incluye todas las anteriores actuaciones, terminó con puntos de venta de droga en al menos ocho municipios de la región. Las sustancias incautadas son tan diversas como las condiciones en las que operaban estos negocios: cocaína, hachís, marihuana, éxtasis, ketamina y 2CB.

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