Los municipios metropolitanos notan ya el efecto de la migración llegada de Barcelona: “Nuestros servicios no están dimensionados”
En 2023, 274.142 personas cambiaron de residencia en Cataluña; Sabadell, Vilanova y Terrassa son las ciudades que más población acoge proveniente de la capital en busca de viviendas más asequibles


Cada vez hay más vecinos de Barcelona que huyen de la gran metrópoli hacia otras grandes ciudades cercanas en busca de precios de vivienda más asequibles o un mayor bienestar. Municipios de la segunda o tercera corona -Sabadell encabeza la lista- son los preferidos por estos emigrantes locales, atraídos por las buenas comunicaciones con la capital y un catálogo completo de servicios. Los ayuntamientos han empezado a ponerse en alerta y reclaman a la Generalitat mejoras en ciertos servicios para evitar el “colapso”. “Los movimientos migratorios internos generan un incremento de población en las ciudades de la segunda corona que no se puede asumir, ya que los servicios no están dimensionados para absorber este incremento”, alerta Ana María Martínez, presidenta del Arc Metropolità, la entidad que agrupa los alcaldes de la segunda y tercera corona metropolitana.
La evidencia de estos movimientos de población queda reflejada en numerosas estadísticas. Una de las últimas, la publicada en mayo por el Idescat sobre migraciones, que revela que en 2023 se produjeron en Cataluña un total de 274.142 cambios de residencia dentro de la misma comunidad, casi 1.200 más que el año anterior. De estos, el 43% se producen dentro de la misma comarca, pero en el 57% se cambia. Las comarcas con saldos migratorios internos más positivos (se calcula restando la población que llega y la que se marcha) son, por orden, el Maresme, el Vallès y el Baix Penedès. Si se mira la lista por municipios, a la cabeza se sitúa Sabadell, seguida de Vilanova i la Geltrú y Terrassa. En el lado opuesto, los municipios que más población pierden son Barcelona, L’Hospitalet y Santa Coloma.
Con todo, los expertos aseguran que este fenómeno no es nuevo. “Es una característica de la región metropolitana desde hace 50 años, entonces ya la población no encontraba vivienda y salía hacia la periferia. Pero sí se puede ver en mayor o menor intensidad del fenómeno según la situación económica. La última crisis lo paró y ahora se está intensificando”, explica Jordi Bayona, profesor de Geografía de la Universidad de Barcelona e investigador del Centro de Estudios Demográficos. Y añade: “Actualmente el acceso a la vivienda en Barcelona es casi imposible, así que está expulsando población. La ciudad atrae jóvenes, pero expulsa a personas un poco mayores, en edad de montar familia o de vivir de forma independiente”.
Esta tendencia alcista también la confirma la Encuesta de cohesión urbana 2022, elaborada por el Instituto Metrópoli, que refleja que la población metropolitana que en los últimos cinco años ha cambiado de residencia ha pasado del 8,8 en 2017 al 28% en 2022. Una vivienda mejor o la formación del hogar están entre los motivos habituales (el 70% de los casos) que llevan a estos cambios, aunque en los últimos años está creciendo de forma importante la causa económica y los motivos forzados por no encontrar vivienda asequible (24% de los casos). Otro indicador que destaca de la encuesta es que ya el 48% de la población trabaja en un municipio diferente al que reside. ¿Dónde van aquellos que huyen de Barcelona? “Los destinos más habituales son la primera y segunda corona, municipios más grandes con oferta de vivienda y bien conectados con la capital”, apunta Sergio Porcel, sociólogo e investigador del Instituto Metrópoli.
Sabadell, la que más atrae

La ciudad con mayor saldo migratorio positivo es Sabadell, que llega ya a los 225.430 habitantes, 3.284 más, según los datos del padrón a 1 de enero de 2025 facilitados por el Ayuntamiento. El crecimiento se nutre básicamente de las 12.888 altas de personas que cambiaron de residencia en 2024; de estas, 6.883 provenían de Cataluña, y principalmente de Barcelona (1560). La alcaldesa de la ciudad, Marta Farrés, apunta a que estas cifras reflejan la sensación que hace tiempo que iban notando: “Veíamos que en las nuevas promociones venía mucha gente de Barcelona y su entorno”. La alcaldesa lista varios factores que juegan de atracción a los nuevos vecinos: un precio de la vivienda menor, bien conectada viaria y ferroviariamente, servicios de todo tipo y “calidad de vida”. “Sabadell es capital y la gente de Barcelona muchas veces busca refugiarse en una gran ciudad, con todos los servicios, pero con buenas conexiones y próxima a la capital”, resume Farrés.
Pero el crecimiento constante también plantea sus retos y riesgos. Uno de ellos, dar cobijo a los nuevos vecinos. “La ciudad todavía no está agotada y tiene margen de crecimiento, pero limitado, no tiene el margen de otras ciudades. Crecer no nos asusta, pero hay que hacerlo de forma acompasada y equilibrada, repartiéndolo entre los barrios, que es lo que estamos haciendo”, admite Farrés. Lo que realmente inquieta, añade, es dimensionar los servicios sanitarios y, especialmente, la movilidad: “Lo que preocupa es el posible colapso de los servicios, especialmente el transporte. Por eso pedimos más inversiones en infraestructuras viarias y ferroviarias, porque los que llegan son población que se desplaza diariamente al trabajo”.
Vilanova i la Geltrú logró superar en 2024 la barrera de los 70.000 habitantes, llegando hasta los 70.293, impulsada por la llegada de habitantes de otros municipios catalanes (2.764 en 2023 y 2.637 el 2024). De estos, uno de cada cinco provenía de la ciudad de Barcelona. Desde el Ayuntamiento aseguran que hace ya unos años que hacen un seguimiento de este fenómeno y ya han puesto en marcha medidas para evitar problemas en algunos servicios: una nueva línea de autobús hacia Barcelona “para evitar colapsos en algunas horas”, reclamar mejoras en Rodalies, en la C-31, así como pedir que el nuevo hospital tenga “las dimensiones adecuadas para atender a la población” y que no se cierren aulas de las escuelas. También se está ampliando el servicio de limpieza viaria y de recogida de basuras, que ha “quedado desfasado”, admiten, además de impulsar la vivienda de protección oficial y aumentar el suelo industrial para atraer nuevas empresas que den trabajo a los nuevos residentes.
Terrassa se consolida como tercera ciudad más poblada, llegando a los 233.362 habitantes, 4.577 más que el año anterior, el crecimiento más importante que ha vivido la ciudad este siglo, según el Observatorio de la Ciudad. Durante 2024 se instalaron en la ciudad 13.021 personas, que principalmente procedían de Barcelona (1.649), seguidas de otras ciudades más próximas como Sabadell (783), Rubí (474) o Sant Cugat (287). El Gobierno de la ciudad también es consciente de este fenómeno y apuesta crecer “al ritmo más moderado que sea posible”, ya que la previsión es llegar a los 250.000 habitantes en 2030, así que inicia la revisión del Plan de Ordenación Urbanística Municipal (POUM) para dar respuesta a esta nueva realidad.
Desde el Arc Metropolità apuntan también a efectos colaterales de estos movimientos de población: “Las personas que llegan principalmente son de rentas bajas y con necesidades sociales, cosa que dispara el gasto”, añade Martínez, quien abre otro melón: la centrifugación de la delincuencia. “Estamos haciendo frente a los fenómenos como la multirreincidencia y las ocupaciones. Con la presión policial contra la delincuencia en Barcelona, parte de esta se traslada a nuestros municipios, generando sensación de inseguridad ciudadana”, remata la también alcaldesa de Rubí. En este sentido, las reclamaciones del Arc Metropolità se concentran en la mejora de la movilidad, aumentar la construcción de vivienda pública, más financiación y más presencia policial.
Construcción de vivienda en auge
Los territorios periféricos de Barcelona también están encabezando las listas de construcción de viviendas. Las comarcas del Baix Llobregat y el Vallès Occidental superaron al Barcelonès en número de viviendas iniciadas -2.500 en las dos primeras y 1.600 en la de la capital-, según las estadísticas de la Generalitat correspondientes a 2024. Por municipios, Barcelona está al frente (1.151), seguida de Viladecans (711), Terrassa (669) o Sant Pere de Ribes (650). Pero fuera de estas estadísticas también se hallan anuncios como la construcción de 5.400 pisos en la zona del Centro Direccional de Cerdanyola del Vallès, que sin duda favorecerá este movimiento de población hacia la segunda corona metropolitana. “Ahora hay mucha necesidad de vivienda en el área metropolitana, pero hay poco suelo disponible. Lo que es necesario es construir de forma global, porque tampoco sabes hacia dónde se dirigirán los movimientos migratorios”, apuesta Xavier Vilajoana, presidente de la Asociación de Promotores de Cataluña.
Según el portal idealista, Terrassa y Sabadell ocupan el segundo y tercer puesto de España en la lista de ciudades que reciben una mayor presión de demanda de viviendas de alquiler. Y es que el precio medio en las cocapitales vallesanas (729 y 818, respectivamente), junto al de Vilanova (854) son mucho más atrayentes que el de la capital (1.087), según datos de la Generalitat del primer trimestre de este año.
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