El exjefe de los Mossos Eduard Sallent ratifica su informe y reitera que no preveían la huida de Puigdemont

El exjefe de los Mossos d’Esquadra Eduard Sallent, máximo cargo de la policía catalana durante el dispositivo fallido para detener al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont el pasado 8 de agosto, ha ratificado este lunes el informe que ya entregó al Tribunal Supremo sobre lo ocurrido, donde reconocían errores. Ante la juez que investiga la huida de Puigdemont, ha admitido que no existió un dispositivo el día antes del pleno de arresto, ante la previsible llegada de Puigdemont. En su declaración, también ha reiterado que en ningún momento contemplaron que el expresidente fuese huir ni contactaron con otras policías para el control de fronteras. Preguntado sobre si los tres mossos imputados por ayudar al expresidente podían tener conocimiento del operativo de seguridad, ha asegurado que no podía descartarlo, según fuentes judiciales.

El comisario Sallent y el intendente Ignasi Teixidó, el número dos de la región de Barcelona, han declarado este lunes en calidad de testigos ante el juzgado de instrucción 24 de Barcelona, que investiga la fuga del expresidente, por la que constan tres mossos imputados. Los dos mandos policiales han entrado y salido discretamente, esquivando a la prensa, y la jueza instructora ha advertido con multas a las partes presentes en el interrogatorio ante la filtración de la declaración de los mandos de los Mossos d’Esquadra. La declaración del intendente jefe de Información, Carles Hernández, ha sido aplazada a septiembre.

Sallent ha repetido que los Mossos trabajaron sobre un borrador que elaboraron los servicios de información del cuerpo, que posteriormente fue validado por el resto de mandos del cuerpo. En su declaración ha explicado que siempre trabajaron con el escenario de que el expresidente intentaría entrar en el Parlament, tal y como había anunciado, y nunca previeron la posibilidad de que intentase huir, según fuentes judiciales. Sallent y la comisaria jefa de Barcelona, Montse Estruch, le esperaban en el interior del parque de la Ciutadella en el que se ubica el Parlament para detenerlo. Aunque el dispositivo diseñado era para garantizar la seguridad del pleno de investidura, sí dieron instrucciones específicas sobre la detención de Puigdemont, que debía llevarse a cabo sin escenas que implicasen el uso de la fuerza y en un momento complicado de elegir.

Una vez se percataron que Puigdemont no se encontraba entre la multitud que se había reunido en Arc de Triomf para acompañarle hasta el Parlament, la policía catalana ordenó la Operación jaula de cierre de las carreteras para detener el vehículo en el que viajaba el expresidente, algo que no lograron. A pesar de eso, Sallent ha admitido que no hablaron con la policía nacional para el control de fronteras, según esas mismas fuentes judiciales, en los días previos a la detención del exmandatario, huido en Bélgica desde 2017 y con una orden de arresto vigente del Tribunal Supremo.

Una vez más, el mando policial, que fue cesado como jefe del cuerpo y que actualmente es el jefe de la región policial sud de Cataluña, se ha referido a los engaños de Puigdemont para hacer creer a la policía catalana que intentaría entrar al pleno. Se fue a una zona de carpas, en la que el dron no pudo seguirle la pista, y salió de la zona en un coche que le esperaba justo en uno de los momentos de tensión alrededor del parque de la Ciutadella.