Familiares y amigos retoman la búsqueda de la pareja desaparecida en los Pirineos franceses

Con la llegada del buen tiempo y la subida de las temperaturas está previsto que empiece el deshielo y la nieve y el hielo de alta montaña comiencen a dejar paso al verde característico del verano. Es el momento en que los equipos de emergencias suelen retomar la búsqueda de las personas que hayan podido quedar atrapadas durante el invierno. Es el caso de Txell Fusté, una mujer de Manresa (Bages) de 52 años, y de Esteve Carbonell, de 47 años y natural de Gironella (Berguedà), que el pasado 7 de diciembre intentaron ascender al Pico del Rulhe (2.800m), en el Pirineo francés, y una violenta ventisca de norte —un fenómeno conocido como torb— les impidió regresar y ser localizados. Ahora sus familiares y amigos vuelven al Pirineo francés para intentar encontrar sus cuerpos. Por su parte los rescatadores de los gendarmes franceses hicieron la semana pasada una prospección en helicóptero por la zona, vieron que todavía había demasiada nieve, y afirman que retomarán la búsqueda en unas semanas.

Según ha confirmado a este diario la familia de Fusté, “algunos amigos y familiares han empezado a subir a la zona para ver si localizan los cuerpos, ahora que, con la subida de las temperaturas, han empezado a fundirse la nieve y el hielo”. No obstante, un portavoz de los rescatadores del Peloton de Gendarmerie de Haute Montagne de Savignac-les-Ormeaux (Francia), el cuerpo militar de profesionales del rescate que llevaron la coordinación de la búsqueda durante semanas, ha explicado: “La semana pasada fuimos a sobrevolar la zona y las condiciones son las mismas que ha habido este invierno, hay demasiada nieve”. No obstante, el portavoz ha indicado que intentarán “la semana que viene ir a mirar sobre el terreno”, pero calculan que no habrá grandes cambios hasta mediados de junio o San Juan.

A pesar que la zona de la desaparición se encuentra muy cerca de Andorra, a unos cinco kilómetros de la frontera, el Cuerpo de Bomberos de Andorra, que participó en la búsqueda en diciembre, ha informado que ahora no participan en la búsqueda porque “la única manera de poder hacerlo es que Francia lo solicite, y no lo ha hecho”.

Cuando Fusté y Carbonell llegaron el viernes 6 de diciembre al refugio del pico del Rulhe, donde pasaron la noche, en la zona no había nieve. Tampoco a primera hora del sábado. Sin embargo, a mediodía empezó a entrar un torb, uno de los fenómenos meteorológicos más temidos por los montañeros. Conlleva una fuerte caída de las temperaturas, acompañada por nieve y viento intenso que además levanta la nieve del suelo en forma de remolinos, o “turbos”, de ahí le viene el nombre procedente del latín. Los Bomberos de Andorra calcularon en aquel momento que “el torb empezó a mediodía y sobre las 15.00 y las 16.00 horas estaba al máximo, con unas condiciones extremas. Llegó del norte y les cogió de pleno. En aquel momento la temperatura puedo bajar hasta -10 o -15ºC, pero con las ráfagas de viento puntuales, de más de 100km/hora, la sensación térmica puede ser de -15ºC o -20ºC”. “Esta inclemencia tan brutal puede causar una hipotermia en menos de 20 minutos por más experimentado que seas”, detalló el jefe de guardia.

Pasadas las 11.00 horas, cuando iniciaban el ascenso, los montañistas contactaron por última vez con su familia. Los familiares, al no recibir ninguna noticia de ellos durante la tarde y la noche, dieron la alerta. Según los rescatadores, la pareja consiguió hacer unos cinco kilómetros de la ruta que tenían prevista, salieron del aparcamiento del Pla des Peyres —donde encontraron su vehículo con un cachorro de perro que no era suyo— y se quedaron a unos dos kilómetros del pico del Rulhe, de unos 2.800 metros de altitud. “Esta ruta pasa por un valle muy salvaje, que se hunde mucho, muy estrecho y umbrío, sobre todo en invierno, con muchos bloques de granito. Es uno de los picos complicados del Pirineo, no es de fácil acceso, tiene un desnivel de unos 600 metros, mucha pendiente, con una vegetación muy baja porque los pinos no viven”, detalló el jefe de guardia de los Bomberos andorranos.

Además, en la zona en la que les alcanzó la ventisca no hay cobertura de móvil. Tanto los gendarmes como los Bomberos andorranos intentaron también localizar a los excursionistas con el GPS. La última señal la encontraron a dos kilómetros del pico, pero no averiguaron si llegaron a subir. Esto se sabrá una vez hallen los cuerpos, explicaron. También les buscaron con el sistema RECCO, un sistema electrónico de localización de víctimas que pueden haber quedado sepultadas por la nieve, que consiste es una especie pastilla que va dentro de la ropa y refleja la señal emitida por un radar de búsqueda. También sin éxito. Los bomberos además utilizaron un sistema suizo de repetidor que lleva su helicóptero y da cobertura a los móviles para intentar localizar los de los dos desaparecidos, pero tampoco hubo resultados.

Cuando los efectivos oficiales de emergencias se retiraron, más de una veintena de bomberos catalanes, amigos o conocidos de la pareja salieron también en su búsqueda, de nuevo sin éxito.