Cataluña se lanza a la carrera por atraer centros de almacenamiento de datos

El Govern de Cataluña ha decidido lanzarse de lleno a la carrera por atraer centros de almacenamiento de datos en su territorio. Varios representantes, entre los que se encontraban el consejero de la Presidencia, Albert Dalmau, o el consejero de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, han mantenido este lunes una reunión con empresarios y representantes del sector para desarrollar una hoja de ruta que tiene por objetivo impulsar la implantación de centros de datos con el fin de convertir a Cataluña en el “puerto digital del mediterráneo”. La hoja de ruta, que será aprobada este martes por el consejo ejecutivo del Govern, contempla que las infraestructuras puedan ser declaradas de interés general superior o como proyectos estratégicos empresariales para facilitar su implantación.

“Lo que buscamos es una mejora de los costos operativos y un espacio centrarse en desarrollar la economía de nuestro territorio”, ha explicado el director del Centro Nacional de Supercomputación, Mateo Valero, una vez concluida la reunión, mientras que desde el Govern han agregado que por cada euro invertido habrá un retorno de siete euros y la creación de puestos de trabajo (dos puestos de trabajo por cada millón de euros invertidos). “Hemos de considerar a los centros de datos como una nueva infraestructura al servicio del tejido productivo de nuestro país”, ha insistido Dalmau. Considerar a los centros de datos como de interés general superior o como proyectos estratégicos empresariales reduciría en un 50% el tiempo en el que se realizan los trámites para su implantación, según la Generalitat.

La construcción de este tipo de infraestructuras no ha estado exenta de polémica puesto que los centros consumen enormes cantidades de agua y energía, especialmente si se dedican al desarrollo de tecnologías que utilizan inteligencia artificial. Según datos proporcionados por diario El País, el año pasado existían 135 centros de datos, entre existentes y proyectados. Algunos requisitos implican que el centro de datos deberá estar ubicado en uno de los polos de desarrollo territoriales establecidos, tener en cuenta su impacto ambiental, una potencia mínima de 20 megavatios, incrementar el empleo de calidad a largo plazo, o utilizar energías renovables.