El hombre de confianza de Puigdemont lidera la carrera para ser el candidato por Junts a la alcaldía de Barcelona

Aún faltan más de dos años para las próximas elecciones municipales pero Junts per Catalunya ya se prepara para intentar revalidar el triunfo obtenido por Xavier Trias, eso sí, intentando garantizar un resultado contundente que impida que se les escape la alcaldía de las manos por un pacto alternativo. Esa carrera pasa por tener un candidato potente, con espacio para crecer de aquí a los comicios y ahí está ahora el debate interno. Por lo pronto, una encuesta interna realizada por la formación deja al actual portavoz nacional del partido, diputado en el Parlament y concejal en la capital catalana, Josep Rius, como el mejor ubicado para una decisión que, al menos sobre el papel, recaerá en la militancia de la formación.

La salida del Ayuntamiento de Trias, el pasado mes de julio, dejó abierto el campo para la competencia interna por el liderazgo del grupo municipal, que finalmente logró retener Jordi Martí Galbis, un histórico en el Consistorio y que incluso fue secretario de organización de la antigua CDC en Barcelona. Pero con el ecuador del mandato al caer y con el desempeño de Junts en el Ayuntamiento opacado por el papel protagonista que han tenido Esquerra y los comunes, son varias las voces que internamente piden empezar desde ya a diseñar la estrategia ganadora para los futuros comicios.

Desde diciembre pasado, explican varias voces de la formación, el partido ha realizado sondeos en la ciudad de cara a intentar ajustar el perfil del candidato con más opciones. El mejor posicionado, añaden, es el exconcejal y exconsejero de Interior, Quim Forn, pero que en muchas ocasiones ha dicho que su carrera en la primera línea política ya está agotada. Forn, exnúmero dos de Trias durante su mandato de alcalde, fue uno de los condenados en el juicio al procés en el Tribunal Supremo. La supresión del delito de sedición, por el que se le había condenado a más de 10 años de prisión y de inhabilitación para ocupar cargos públicos, evaporó esa limitación para poder aspirar a un cargo de elección popular, pero ni eso hace cambiar de parecer al que fuera titular de Interior.

Esa situación deja en una mejor posición a Rius, de 51 años de edad y hombre de confianza de Puigdemont. Sobre la mesa hay otros datos que preocupan en el partido y van a favor del que también fuera el jefe de gabinete de Forn en el Ayuntamiento. El último barómetro del consistorio, donde se consultó a 800 vecinos de la ciudad vía telefónica en noviembre y diciembre del año pasado, los socialistas fueron la formación preferida en intención directa de voto (14,4%), seguidos de Barcelona en Comú (8,7%), Esquerra Republicana (5,8%) y posteriormente Junts (5,7%). En ese barómetro, además, por primera vez se preguntaba por Martí Galvis como presidente de grupo. El 80% de los encuestados dijo no saber quién es el.

Rius, además, cuenta con la vitrina de las ruedas de prensa de Junts, que tras la fase de secretismo profunda que se decretó durante la negociación de la amnistía ahora intenta reabrirse a los medios. Trias, que inicialmente dijo que no sería candidato para las pasadas elecciones pero después dio el paso ante la situación crítica del partido en Barcelona, había abogado entonces por formar “una candidatura fuerte, unida y que represente todo el espacio de la antigua Convergència i Unió”. El vicepresidente de Junts, además, tiene además la baza que le da su cercanía con el líder del partido y expresident Carles Puigdemont, del que fue también jefe de gabinete.

La encuesta, por otro lado, echa tierra a las aspiraciones de otras personas del grupo municipal, como por ejemplo, Victòria Alsina. En su caso, por ejemplo, la carta a jugar era que la apuesta fuera por construir un liderazgo a largo plazo, de cara a apostar por alcanzar la alcaldía tras un par de contiendas electorales. Trias siempre había señalado a Martí Galbis (con 63 años) como su sucesor, después de que Forn marchara al Govern y dejara el grupo municipal en 2017, pero esa autoridad política heredada no ha tenido un reflejo en una popularidad electoral. El grupo municipal ha declinado especificar en qué punto está el debate interno y ha recordado que los candidatos los elige la militancia en primarias.