El centenar de vecinos de una pedanía onubense por el riesgo de una grieta en un pantano regresan a sus casas

Los 105 vecinos de Cueva de Mora, una pedanía del municipio onubense de Almonaster la Real, van a poder regresar a sus casas, 48 horas después de que la presencia de una grieta por la que se escapaba el agua del vecino pantano Monte Félix-Toril, hubiera determinado a la Junta de Andalucía a tomar la decisión de evacuarlos por precaución. En estos dos días, los técnicos de la Agencia Andaluza de Emergencias (EMA) han estado trabajando para poder desembalsar el agua acumulada por las lluvias de la borrasca Garoé. y evitar así el riesgo de desbordamiento y rotura del embalse.

El Gobierno andaluz tomaba la decisión de evacuar a los vecinos de la pedanía el pasado miércoles a mediodía. La grieta lleva años en el muro del embalse, explicaba el alcalde de Almonaster, Jacinto Vázquez, a este diario esa misma noche. Todos los desalojados fuero reubicados en casas de familiares y en establecimientos hoteleros y casas rurales del municipio onubense. “Los restaurantes se han volcado con ellos sirviendo cenas y comidas”, explicaba el regidor.

En estos dos días, los técnicos de la EMA han estado trabajando para bajar el nivel del pantano, una tarea que la lluvia ha dificultado. El jueves se conseguía estabilizar la situación, pero aunque los vecinos habían pedido regresar a sus viviendas o acercarse hasta ellas para comprobar que el ganado estaba en bien, las autoridades optaron por no autorizar su vuelta, ante la posibilidad de que las intensas precipitaciones empeoraran la situación.

Sobre el terreno, según ha informado la EMA en un comunicado, han estado operando hasta 11 bombas y autobombas pesadas de extracción que han llegado a evacuar del embalse más de dos millones de litros de agua a la hora. Esta medida, unida a las desarrolladas durante la madrugada del jueves para acceder a la antigua válvula del fondo y abrir tres tuberías inferiores, junto a la limpieza y apertura del aliviadero izquierdo y otras estructurales, han permitido bajar el nivel del agua y reducir el riesgo.

Entre el mediodía y la tarde, el agua ya se encontraba por debajo de los aliviaderos y ha seguido descendiendo, revirtiendo la presión sobre el muro del pantano, lo que ha determinado a las autoridades a permitir el regreso de los vecinos evacuados.