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Una nueva línea del metro coserá el centro de Bilbao con los barrios del sur

El Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia desbloquean tras semanas de negociaciones un proyecto largamente reclamado

Era una reclamación histórica de uno de los barrios bilbaínos con mayor población nacida en el extranjero. Hasta ahora solo era posible llegar en coche, autobús urbano, tren de cercanías o bicicleta. Faltaba el metro, el rey del transporte público en la capital vizcaína y el más usado entre su población. Tras tres décadas desde su puesta en marcha, el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia han presentado oficialmente este viernes el proyecto que permitirá la conexión del centro de Bilbao con el sur.

El nuevo ramal se configura como una prolongación de la línea 3, en servicio desde 2017, aunque tendrá entidad propia y pasará a conformar la cuarta línea de Metro Bilbao. Los usuarios podrán llegar hasta los barrios de Rekalde e Irala, donde viven unos 50.000 vecinos, y beneficiará también a otras zonas que carecen de estaciones cercanas. Entre ellas, el campus de la Universidad de Deusto, con el apeadero más cercano a unos 20 minutos a pie. También serán mucho más accesibles el Museo Bellas Artes de Bilbao y el Parque de Doña Casilda, el pulmón verde de la ciudad.

La sociedad pública gestora, Eusko Trenbide Sarea, está actualizando el estudio informativo y los proyectos constructivos para agilizar los trámites. El trazado, en forma de S, tendrá 6,7 kilómetros y atravesará el subsuelo de norte a sur, tal y como han confirmado este viernes las instituciones impulsoras. La inversión prevista es de 412 millones de euros y las tuneladoras entrarán por el mismo barrio de Rekalde a finales de 2027, año electoral en Euskadi.

Conexión a Enkarterri

El proyecto contempla, además, la conexión de esta línea con la comarca más extensa y a la vez menos poblada de Bizkaia. Sin embargo, su llegada se abordará en una segunda fase, aunque esta primera dejará preparada la infraestructura necesaria. Los plazos en este caso son mucho más prolongados y no están del todo claros. El Gobierno vasco necesita un traspaso competencial para poder operar la línea de cercanías que llega hasta este lugar, por lo que será el Ejecutivo central quien tenga la última palabra. Los planes de la consejería vasca pasan por solicitar a Adif la encomienda de gestión incluso de las actuaciones previstas en estas vías “para no demorar más los plazos”.

Tanto la Diputación de Bizkaia, como el Gobierno vasco se han felicitado hoy por este acuerdo en el acto de presentación. El lehendakari, Imanol Pradales (PNV), ha puesto en valor la apuesta vasca “por un sistema de transporte público moderno, cómodo, rápido y asequible, con el tren, en sus distintas modalidades, como pieza clave de presente y de futuro”.

Por su parte, la diputada general vizcaína, Elixabete Etxanobe (PNV), ha subrayado “el poder del ferrocarril como elemento de cohesión social y territorial, dando respuesta a las demandas de movilidad de las y los vecinos de Enkarterri y de los barrios del sur de Bilbao”. Por último, la consejera de Movilidad Sostenible, Susana García Chueca (PSE-EE), ha reivindicado esta línea como “una de las grandes infraestructuras de movilidad que le falta a Bizkaia”, al tratarse de “una línea que el vecindario lleva esperando demasiado tiempo”.

Negociaciones “duras”

Esta imagen de unidad contrasta con las tensiones vividas en las últimas semanas entre ambas instituciones. Fuentes presentes en las reuniones confirman a EL PAÍS las dificultades y las “duras negociaciones” entre los gobiernos vizcaíno y vasco, tanto por cuestiones técnicas, como por económicas. Incluso públicamente se han vivido momentos de tensión. El último, en las Juntas Generales de Bizkaia donde la máxima responsable de la Diputación ya advirtió que no estarían dispuestos a financiar una opción que “no conectará con Enkarterri”.

La presión vecinal también ha sido determinante, sobre todo, tras la configuración de las protestas en torno a una plataforma hace una década. Este grupo en favor de la Línea 4 se ha concentrado semanalmente frente a la Diputación y ha organizado distintos actos reivindicativos hasta lograr que la demanda entrara definitivamente en la agenda institucional.

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