La convivencia del Grupo Mixto, a prueba tras las escisiones de Sumar: “Vamos ya justitos”
La bancada se reorganizará a la espera de la decisión de otro parlamentario de Més Mallorca. Micó dejará la portavocía de Sumar en la comisión de la dana


La reciente decisión de las bases de Més Compromís de salir del grupo Sumar tiene consecuencias logísticas y parlamentarias directas en el cambio de escaño de Àgueda Micó. La diputada del partido mayoritario en la coalición valencianista Compromís espera a otra reunión de su ejecutiva para formalizar el paso, que busca un gesto político frente a su electorado dentro de la Comunidad Valenciana, pero que supone a la vez nuevas condiciones dentro de la Cámara baja: sillón en el gallinero o abandono de las comisiones de las que formaba parte. El punto más doloroso para Micó es que dejará de ser portavoz de Sumar en la comisión de investigación sobre la dana del Congreso.
Fue precisamente la negativa de la formación de Yolanda Díaz a incluir a Pedro Sánchez en la lista de comparecientes en esa comisión el detonante de la crisis con Compromís. Y es muy probable que Micó se quede finalmente sin voz en las sesiones sobre la devastadora gota fría que dejó 228 víctimas mortales en Valencia.
En paralelo, el Grupo Mixto incrementará su número de miembros, que puede crecer aún más el próximo jueves, cuando Més per Mallorca se pronuncie también sobre su continuidad o no en la bancada de Sumar. A mayor número de diputados, menor tiempo de intervención desde la tribuna. “Y vamos ya justitos”, señalan al respecto fuentes del Grupo Mixto.
Qué es. El Grupo Mixto está integrado por los diputados de las formaciones que no tienen un número suficiente para formar grupo propio y de los parlamentarios expulsados o no adscritos a ningún partido. Con el reciente movimiento de Micó, que aún ha de trasladarse a la Mesa de la Cámara baja, la bancada pasará de ocho a nueve integrantes. En las dos legislaturas previas, la cifra ha terminado por encima de la decena.
Entre los miembros del actual Grupo Mixto se encuentran el exministro José Luis Ábalos o los cuatro diputados de Podemos, que abandonaron abruptamente el grupo de Sumar en diciembre de 2023. Completan la bancada, desde el inicio de la legislatura, la diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido; de UPN, Alberto Catalán, y el del BNG, Néstor Rego. Todos asumen que la entrada de Micó supondrá una “reorganización” de su estructura y aguardan con expectación tanto el aterrizaje de la parlamentaria de Compromís como la decisión del diputado de Més Mallorca, Vicenç Vidal, este jueves. “Vamos a ver si se sigue uniendo gente, de momento la presidenta del Congreso nos deja intervenir a todos. Pero veremos...”, temen dentro.
Organización interna. Los diputados del Grupo Mixto tienen que ponerse de acuerdo para repartirse tanto los tiempos de los turnos de palabra como su participación en las distintas comisiones en curso en el Congreso. Según varias fuentes del grupo, hasta ahora suelen diseñar cordialmente la agenda de intervenciones en función de las iniciativas que más interesan, con un peso especial para Podemos, que cuenta con cuatro asientos. En otro tipo de sesiones, como las comparecencias del presidente del Gobierno, suelen hablar todos.
Esa coordinación se lleva a cabo mediante “reuniones puntuales” celebradas entre los asistentes de los diputados o entre los mismos parlamentarios de forma colegiada. Quien no secunda nunca esos encuentros es el exministro José Luis Ábalos, que no participa en los debates y se limita a votar a favor o en contra. Y su interlocutor suele ser el asistente al que tiene derecho. Cuando el exsecretario de Organización del PSOE pasó al Grupo Mixto apenas hubo cambios precisamente por su inactividad oratoria. Sí supuso un terremoto la llegada de Podemos, que hoy tiene cuatro diputados.
Los parlamentarios también han distribuido su presencia en las comisiones, por lo que Micó juega con desventaja y tendrá en cualquier caso que negociar su eventual participación. Dentro de Sumar, la diputada contaba entre otros con nueve puestos, como los de vocal en la Diputación Permanente o portavoz de la Comisión de Educación, Formación Profesional y Deportes. En su entorno destacan, sin embargo, que al dejar de apoyar al socio minoritario del Gobierno de coalición, podrán “registrar comparecencias, preguntas orales a pleno, interpelaciones urgentes…“, en lo que interpretan como ganar en ”capacidad legislativa y de control al Gobierno". Además confían en entrar en las comisiones como parte del Grupo Mixto.
“Si hemos tomado esta decisión no es porque demos por acabada la legislatura sino al contrario, queda mucho tiempo de desarrollo y necesitamos tener las manos libres para hacer todo el control y la fiscalización al PSOE”, destacó Micó este martes en una rueda de prensa.
Pero si hay una comisión en la que la diputada tenía un papel crucial era la de la comisión de investigación de la dana. “El punto de inflexión fue el plan de trabajo de la comisión de investigación de la dana, que pensamos que debe comparecer el presidente del Gobierno. La recuperación en las comarcas afectadas sigue siendo lenta y el Gobierno tiene que explicarlo”, subrayó la diputada de Més este martes, que era la vocal de Sumar en dicha comisión de investigación.
Desafortunadamente para Micó, por parte del Grupo Mixto solo hay un representante en la comisión de investigación de la gota fría, que corresponde al diputado de Podemos Javier Sánchez Serna. Y la formación de Ione Belarra no está dispuesta a ceder ese asiento a Més, confirman fuentes parlamentarias.
Respecto a los aspectos materiales, Micó tendrá, como cada diputado del Grupo Mixto, derecho a un asistente. Con ella, la bancada miscelánea gana asignación económica en lo que a la subvención variable se refiere: 1.746,16 euros mensuales más por incorporar una parlamentaria. Por contra, la subvención fija, de 30.346,72 euros al mes, tendrá que dividirse entre un mayor número de miembros, por lo que saldrán a menor cuantía por cada diputado.
Posición. En el lado opuesto, el Gobierno tendrá un diputado más con quien negociar las iniciativas. Aunque Micó no pretende ser del todo un verso libre. “No les vamos a pedir permiso para nada, pero evidentemente compartimos posiciones con ellos”, apuntan fuentes de Més.
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