El guía octogenario

Kiti Mánver es una amante de la naturaleza. Aunque ha viajado mucho, la actriz, que tiene en cartel Las heridas del viento(hasta el 17 de diciembre en el teatro Lara de Madrid), recuerda con especial cariño una excursión al lago Truchillas, cerca del pueblito leonés de Truchas.

¿Qué vínculo tiene con esta zona de España?

Tengo amigos en Castrillo de la Valduerna, otro pueblo de la zona. Es un paraíso al que me escapo a veces. En una de estas huidas, cogimos el coche, condujimos hasta Truchas y ahí comenzamos la excursión.

¿Llevaban guía?

Mariano, el padre de uno de mis amigos. A sus ochenta y pico años es muy andariego y vital. Él nos guiaba durante la caminata.

¿Cuánto tiempo tardaron en llegar al lago?

Fueron unas dos horas y media de subida, y durante todo el camino Mariano nos llevaba la delantera. No podíamos creer que estuviera en mejor forma que nosotros.

Resulta que era él el que les animaba...

Subía como una cabra montesa; fue todo el camino liderando. Cuando no quería aminorar la marcha, daba un sprint y desaparecía por el camino.

No les dejaría tirados.

Al rato nos lo encontrábamos esperándonos sentado en una roca o mirando la naturaleza que nos rodeaba. Mientras nosotros íbamos con la lengua fuera, él estaba tan pancho. Cuando le veía esperarnos, a mí me daban ataques de risa.

¿Mereció la pena el ascenso?

El lago Truchillas es de origen glacial. Sus aguas, gélidas y muy azules, son preciosas. Y aunque el lugar está catalogado como monumento natural, no lo conoce mucha gente. Estás casi solo allí arriba. Pero no solo el destino es bonito, el recorrido hasta allí resulta muy agradable.

¿Por qué?

Mariano nos iba enseñando las diferentes especies de plantas que íbamos encontrando; yo vi un escarabajo rinoceronte, que me pareció rarísimo, y nos parábamos en algún manantial a tomar agua fresca. Además, después nos esperaba aperitivo y comilona.

¿Dónde tomaron el vermú?

En el camino de vuelta pasamos por varios pueblitos con casas de ladrillo y piedra vista. La zona está dentro de la ruta del Camino de Santiago y hay bares donde se encuentran maravillosas chacinas leonesas. Luego disfrutamos de un arroz que hizo Mariano, que también es un gran cocinero.