
Confidencias de la cocina
Platos nuevos, la visita al mercado y el ajetreo del día a día. Confidencias de alta cocina en Instagram y Twitter

A los hermanos Roca les gusta tanto Instagram que no dudaron cuando desde el patronato de turismo de la Costa Brava les propusieron que el premio de un concurso en Instagram fuera visitar la cocina del Celler.
Y fotografiarla, claro.
“Los participantes tenían que colgar fotos relativas a la gastronomía de la comarca. Fue todo un éxito: casi 20.000 imágenes, fotos divertidísimas, trabajadísimas... La ganadora contaba mucho con muy poco: un cuchillo y un tenedor al que le faltaban los dientes del medio, cruzados, con lo que quedaba como una mano rockera. Y debajo ponía ‘Roca’n Roll. Cuando vino aquí, todo le parecía instagrameable”, cuenta Jordi Roca.

El chef fue colgando el paso a paso —desde la obra hasta la apertura, pasando por la prueba de producto— de Rocambolesc, que abrió el año pasado en Girona.
“Me gusta mucho Instagram y me parecía que le iba muy bien a Rocambolesc, un proyecto divertido y algo loco en cuyo nombre aparece la palabra Roca, pero que no tiene nada que ver con El Celler”.
¿Qué mejor forma de agradecer la fidelidad de los seguidores digitales que regalarles esa información previa, diferente de la que podrán leer en los medios y blogs tras la apertura?

La imagen iba acompañada del texto: “Mis pies y cola de atún de la Almadraba de Tarifa, en breve, ronqueo en el Gran Meliá Don Pepe”.

"Se acabó aquello de ‘en mi cocina solo entramos mi equipo y yo”.
Con sus más de 27.000 seguidores en Twitter y 4.000 en Instagram, comparte todo lo que sucede en sus fogones de Dénia.
“Lo bueno, pero también el cansancio y la disciplina que supone trabajar en esto”, dice.
![Desde la cocina de su restaurante en Dénia, Quique Dacosta tuiteó, con fotos y textos, los pasos de preparación de unos ‘jiaozis’ rellenos de cerdo ibérico acidulado. <p><p>En 2012, Dacosta invitó a un grupo de bloggers, periodistas y críticos gastronómicos a la última prueba de menú antes de la apertura de temporada. Y estos no solo disfrutaron, sino que fotografiaron, compartieron y comentaron en Twitter cada plato, logrando que su visita al restaurante de Dénia fuera trending topic en España (uno de los temas del día en Twitter).<p><p> Este año, Dacosta planteó un concurso en el que invitaba a adivinar el título (ya decidido) del menú de la temporada 2013. “Días antes fui lanzando pistas a través de Twitter, y aunque nadie dio con el nombre exacto, Made in the Moon [Hecho en la Luna], sí hubo quien se acercó bastante”.<p><p> El premio: cenar en Quique Dacosta.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/J7DF6TQKQFKM7K4KPYRSFMUYXA.jpg?auth=ce6fa0da6e50c4b872f6ad487647794f3f77b125b56e05285976bc36b3d8cfb1&width=414)
En 2012, Dacosta invitó a un grupo de bloggers, periodistas y críticos gastronómicos a la última prueba de menú antes de la apertura de temporada. Y estos no solo disfrutaron, sino que fotografiaron, compartieron y comentaron en Twitter cada plato, logrando que su visita al restaurante de Dénia fuera trending topic en España (uno de los temas del día en Twitter).
Este año, Dacosta planteó un concurso en el que invitaba a adivinar el título (ya decidido) del menú de la temporada 2013. “Días antes fui lanzando pistas a través de Twitter, y aunque nadie dio con el nombre exacto, Made in the Moon [Hecho en la Luna], sí hubo quien se acercó bastante”.
El premio: cenar en Quique Dacosta.

“Cada día ocurren cien historias diferentes en Mugaritz relacionadas con los proveedores, los proyectos de I+D, los cursos para la sala... Instagram es un canal donde poder comunicar esa actividad y mandar impulsos a quienes les interesa lo que hacemos”, apunta Oswaldo Olivas, encargado de las redes sociales del restaurante.
“Hay una parte de las historias que brotan de manera natural, como la evolución de las flores del huerto, las setas de la temporada, el primer arraigorri que llega a la lonja de Ondarra... Y otra que hay que construir y trabajar poco a poco”.
Las imágenes del primero y del último servicio de cada temporada, por ejemplo, gustan mucho a los seguidores de Mugaritz, 8.400 en Instagram y 30.000 en Twitter.

“Lo confirmé primero en Facebook, donde tuvo cierto alcance, aunque en Twitter las reacciones fueron más rápidas”, recuerda el cocinero, que se define en su perfil tuitero como el “domesticador de los vegetales”.
Unos días antes anunciaba el último servicio en su restaurante de Aranjuez: “Emoción!, último servicio!, sensaciones encontradas! 6 años en #verde!! Y un futuro mirando al cielo!”.
De la Calle lleva tres años en Twitter. “Si se sabe gestionar bien, es un medio que aporta mucho. Sirve para descubrir y compartir desde platos y productos hasta nuevas ideas y establecimientos”, dice.
En su nueva andanza en el Villa Magna espera sacar tiempo para seguir tuiteando, pero, por ahora, los preparativos de la nueva carta prefiere mantenerlos en secreto.