
Un hogar a su medida
En la localidad menorquina de Sant Lluís se encuentra la casa estudio de la artista Natalia Lumbreras. Un espacio blanco interrumpido por sus coloristas creaciones textiles, que respeta el espíritu payés, busca la luz y apuesta por los materiales y la arquitectura de la isla.

En la imagen, Natalia Lumbreras posa delante de una seda pintada por ella para la colección Bodegones. “Probé por primera vez a enmarcar uno de mis pañuelos y lo dejé guardado años”. Su hermana Ana la convenció para colgarlo. Al lado, uno de sus Caprichos de seda.
Yago Castromil
En la imagen, En la pared del salón, cuadro de Bruno Ollé. Debajo, obra de la artista. El sofá es una pieza adquirida en Batavia; la mesa y el ventilador son de la tienda Aquitania, en Menorca. Sobre la mesa, cerámica de Francisco Gálvez, de la
galería Tiempos Modernos-
Yago Castromil

En la imagen,En la habitación, la lámpara es de Tiempos Modernos, la galería madrileña en la que expone Lumbreras. “Según tengo entendido, era del casino de Alejandría, de la zona de las mesas de jugar a las cartas”. El banco es el típico menorquín: “Proviene de la casa de mi hermano”. A la derecha, un futón enrollado.
Yago Castromil
En la imagen, En la cocina destaca la espectacular bóveda hecha por un artesano local. La lámpara es una propuesta de Vega, la arquitecta responsable de la reforma, y está hecha artesanalmente con tubería de cobre. Los casquillos son de porcelana de Zangra, así como las bombillas.
Yago Castromil
En la imagen, la silla pertenece a un juego de cuatro. “Las compré en el primer Ikea de Madrid. Son alucinantes. Una maravilla. Están laminadas y se pueden desmontar al completo: las patas, el respaldo… Las tengo desde hace 25 años”.
Yago Castromil
En la imagen, Lumbreras, en su estudio, que ahora ocupa una parte de la casa.
Yago Castromil


