El peligro del coronavirus para los residentes en chabolas
Mil millones de personas en el mundo viven en asentamientos informales, allí donde elementos como saneamiento y espacio para asegurar higiene y separación de otros durante durante el confinamiento son un lujo. Un recorrido por algunos de estos lugares y su modo de enfrentarse a la covid-19
Mil millones de personas en el mundo viven en asentamientos informales, carentes de servicios básicos, como en este barrio de chabolas de Bombay (India). En Asia, de hecho, 600 millones de ciudadanos habitan en estas precarias condiciones. En estas circunstancias, elementos fundamentales para luchar contra el coronavirus como el suministro de agua para lavarse las manos o el distanciamiento social, son una utopía.Rafiq Maqbool (AP)En este contexto, los trabajadores sanitarios, tanto del Gobierno indio como de diferentes organizaciones humanitarias, se esfuerzan por mantener un cierto control del brote con los escasos recursos con los que cuentan. Los de la imagen, están llamando a los vecinos de Dharavi (Bombay) para que salgan y poderles tomar la temperatura.Rafiq Maqbool (AP)Un hombre con mascarilla se hace un 'selfie' mientras que trabajadores de salud recopilan muestras de residentes de Dharavi, uno de los barrios marginales más grandes de Asia, durante el confinamiento para evitar la propagación del coronavirus en Bombay (India).Rafiq Maqbool (AP)Un oficial de policía indio se prepara para volar un avión no tripulado que hace anuncios pidiendo a las personas que se queden dentro de sus casas en Dharavi.Rafiq Maqbool (AP)El aumento del número de habitantes de barrios marginales es el resultado de la urbanización descontrolada debido a que el crecimiento de la población en las ciudades es más rápido que la construcción de nuevas viviendas asequibles. Los problemas derivados de esta expansión sin control se van a hacer más que patentes durante la pandemia. Organizaciones como Unicef se esfuerzan por lanzar a la población el mensaje de que lavarse las manos con agua y jabón es fundamental en la lucha contra el coronavirus, pero millones de personas no lo tienen fácil. Según los datos más recientes, solo tres de cada cinco personas en el mundo cuentan con instalaciones básicas para lavarse las manos en su hogar.Rafiq Maqbool (AP)La misma situación de precariedad se repite en América Latina. Según ONU-Hábitat, 113,4 millones de personas en la región viven en asentamientos informales. Con estos datos, se puede afirmar que una de cada cuatro personas que viven en el área urbana habitan dentro de estos espacios. El de la imagen es el barrio de Catia, en Caracas (Venezuela).Matias Delacroix (AP)Nicolás Maduro dictó hace tres semanas un férreo confinamiento para frenar los contagios pero muchos venezolanos no pueden hacer una compra de alimentos para guardar. Según datos de febrero del Programa Mundial de Alimentos (PMA) el 8% de la población (2,3 millones de personas) está en situación de inseguridad alimentaria grave. Esta desigualdad implica otros riesgos, como recordaba hace unos días Henrietta Fore, directora de Unicef: “Conforme siga avanzando la pandemia, es muy probable que se interrumpan algunos servicios fundamentales para la supervivencia como la inmunización. Los más expuestos al peligro son los niños de las familias más pobres de los países afectados por conflictos y desastres naturales".Matias Delacroix (AP)Dos personas con máscara protectora pasan en una motocicleta cerca de una efigie en llamas que representa a Judas Iscariote durante la Semana Santa en el barrio de Catia, uno de los barrios marginales y más pobres de Caracas (Venezuela).Matias Delacroix (AP)Unos 11 millones de brasileños viven repartidos entre los centenares de favelas que salpican su enorme geografía. 30 millones de ciudadanos en este país carecen de saneamiento. Brasil se acerca ya a los 37.000 contagiados y 2.400 muertos (a 19 de abril 2020). Estos barrios marginales se preparan como pueden para el impacto de la covid-19, pero muchos aún desdeñan la amenaza.RICARDO MORAES (Reuters)Aldenida Maria, de 61 años, en la puerta de su casa, en el complejo de chabolas de Manguinhos, en Río de Janeiro (Brasil). Cuenta que recibe ayuda de la ONG Río de la Paz.RICARDO MORAES (Reuters)África subsahariana alberga a unos 238 millones de habitantes en asentamientos informales, como este de Mathare, en Narobi (Kenia). El 70% de la población tiene escasos recursos y sale cada día a buscarse la vida para salir adelante. Es difícil imaginar cómo van a llevarse algo a la boca si no pueden salir de casa. Luego está el problema del espacio, que en muchos lugares de África es un lujo. Muchas personas viven hacinadas, incluso duermen por turnos.DANIEL IRUNGU (EFE)La mayoría de los Gobiernos africanos se han inclinado por decretar un confinamiento parcial, un toque de queda nocturno que permite a la población continuar con sus ocupaciones durante el día, de tal modo que la gente puede seguir ganándose el pan de cada día. En la foto, una mujer en una de las iglesias de Mathare, Kenia. El país ha reportado a día de hoy, 20 de abril, 270 casos y 14 muertos.DANIEL IRUNGU (EFE)Una mujer de Kenia junto con su hijo. Ambos usan mascarillas durante el domingo de Pascua. La mayor parte de las iglesias han permanecido cerradas, lo que obligó a la mayoría de los fieles a quedarse en los barrios marginales de Mathare, en Nairobi (Kenia).DANIEL IRUNGU (EFE)Una mujer con mascarilla camina frente a un eslogan pintado en la pared en idioma suajili que dice: 'Komesha Corona' ('Stop Corona'). El de Mathare es uno de los barrios más pobres de Nairobi (Kenia). Según algunas estimaciones, un millón de personas reside en esta zona.Daniel Irungu (EFE)