La fuerza de la juventud para defender el Amazonas
La comunidad de Suruacá, en Brasil, fue una de las primeras que entró a formar parte de un extenso programa de regeneración socio ambiental. Joane es una joven activista que quiere cambiar los hábitos de su pueblo
Joane es una joven activista que lucha por cambiar los hábitos de su pueblo y que sus vecinos abandonen el uso de plásticos y dejen de quemar residuos. Pertenece a la comunidad de Suruacá, una de las primeras que entró a formar parte de un extenso programa de regeneración socio ambiental. Joane posa para un retrato en el fondo de su casa.La situación empezó a deteriorarse cuando el modelo alimentario fue cambiando y pasó, en pocas décadas, de una alimentación basada en cultivos autóctonos, frutas, pescado, y agua fresca de los pozos o las fuentes que alimentan el río, a una alimentación exógena. En la foto, Joane posa junto a productos de alimentación envasados en plástico que su familia trae de la ciudad más cercana. Una de las macetas de realizada por Joane reutilizando una botella de plástico que pueden verse en varios lugares el patio de su casa. Tupí, una amiga indígena de Joane, pinta grafismos de su etnia sobre la piel de Joane en su casa en Suruacá. Además de los residuos, está la amenaza del fuego. Los vecinos queman todo tipo de plásticos y gomas, que generan un humo negro, tóxico e inútil. En la foto, uno de los vecinos de Joane vigila la hoguera donde quema este tipo de productos.Vista aérea de la comunidad de Sururacá donde pueden apreciarse dos columnas de humo provenientes de vecinos que queman basura al final de la semana. Joane junto al fuego prendido en el patio trasero de un vecino, que quema residuos compuestos mayoritariamente por envases plásticos al final de cada semana. Joane posa para un retrato sobre la playa de Suruacá, junto a envases residuos que deposita el río Tapajós. El viento y las corrientes arrastran el plástico hasta la playa, que en ocasiones adquiere el aspecto de un verdadero vertedero.