
Otra cara de la adicción a las drogas
Un proyecto fotográfico en Costa de Marfil retrata a toxicómanas de una forma muy distinta a la que la sociedad (e incluso ellas mismas) las suele ver


“Desde el principio, la idea era llevar a estas mujeres a un estudio fotográfico, con maquillaje y la ropa de un estilista. Se trataba de crear un momento único, un poco excepcional con esta sesión realizada en condiciones profesionales, con el objetivo de ofrecerles otra visión de su cuerpo, su rostro y ellas mismas”, apunta el autor de los retratos.
“Se les preguntó a las chicas si podían escribir algunas líneas en ellas, o en sus retratos, para acompañar estas imágenes y para tener una palabra de las amazonas. Estas palabras en movimiento son parte del proyecto, tanto como las fotografías”, relata el fotógrafo. Mineur (nombre ficticio, como todos los de las que participaron, que prefieren preservar su anonimato) cuenta su experiencia: “No pensaba que mi foto iba a ser tan bonita. En la forma en que estamos cambiando, no creía que todavía fuera una mujer hermosa. Estoy muy feliz”.





“La segunda vez que estuvimos en el estudio fotográfico, 10 chicas vinieron a posar; cada una con dos trajes diferentes. El estilista Abidjan Moses ofreció atuendos y creaciones únicas de su estudio y yo mismo me llevé accesorios”, relata el fotógrafo.
"Muchas gracias por estas fotos. Fue realmente genial”, dijo Fatme.

Arras explica que todo fue muy rápido: "Con los ajustes, los disparos, la sesión duró solo una hora y media, en un estado de emoción y gran alegría. Todos aprovecharon la oportunidad, se divirtieron y se lee en sus caras”.
“Me gusta esta foto pero no me reconozco. Las drogas me hicieron diferente. Quiero volver a mi vida de antes”, reflexiona Jessy.


El fotógrafo conoció a las 'modelos' de estos retratos en un grupo de autoayuda. "Les mostré retratos hechos por otros fotógrafos y algunos míos, para ver a dónde podríamos ir juntos. Luego, improvisamos tomas, para acercarnos y conocernos mejor. Se estableció un clima de confianza entre nosotros”, recuerda.
“Mi foto es muy bonita, pero he cambiado mucho. Ni siquiera me gusta, quiero volver a estar como antes. No debo perder la esperanza y algún día dejar de fumar”, confiesa Faïne.

