Un recorrido por la última isla penal de América Latina
La prisión con 114 años de historia, localizada en medio del Pacífico, ha sido clausurada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para convertirla en un centro ecológico y cultural para niños
Uno de los baños comunes que se utilizaban en esta instalación penitenciaria.César Rodríguez (El País)Algunos empleados de las Islas Marías que abandonaron la isla el pasado 17 de marzo. La gente que trabajaba en el penal aún no sabe dónde será reubicada.César Rodríguez (El País)Islas Marías era la única isla penal de América Latina que quedaba en funcionamiento. Los últimos 584 presos fueron trasladados a un centro penitenciario de Coahuila.César Rodríguez (El País)El Gobierno mexicano ha clausurado el complejo penitenciario para convertirlo en un destino ecológico y cultural.César Rodríguez (El País)Algunas imágenes religiosas quedaron en el piso, después de que se desmantelaran las instalaciones de esta cárcel con 114 años de antigüedad.César Rodríguez (El País)El centro penitenciario se fundó en 1905 y funcionó como campo de trabajos forzados para delincuentes, centro de torturas de opositores al Gobierno, hasta convertirse, a partir de los setenta, en una prisión federal.César Rodríguez (El País)Un gimnasio en el interior del centro Morelos. Los presos podían realizar actividades al aire libre.César Rodríguez (El País)En la isla operaban cuatro centros penitenciarios: Aserradero (donde vivían, según el último registro 165 presos), Bugambilias (con 98 reclusos y algunas familias), Morelos (199) y Laguna del Toro (122).Cesar Rodríguez (El País)Vista panorámica en Puerto Balleto, el pasado día 16 de marzo de 2019.César Rodríguez (El País)