Ramón Masats es uno de los grandes maestros de la fotografía en España. Autor de verdaderos iconos visuales de la segunda mitad del siglo XX, como el del cura-portero estirándose para detener un gol. Tras una intensa búsqueda en su archivo, el artista ha rescatado una colección de imágenes inéditas. La exposición Inédito Masats se puede visitar desde este sábado hasta el 20 de abril en la galería Blanca Berlín de Madrid.
Boda de mi prima Ana. Esparraguera, Barcelona. 1997.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Costa Brava, 1962.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Arcos de la Frontera, 1962.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Museo del Prado, 1965.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Zotana, Pimientos, 1965.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)ST, 1964.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Madrid, 1963.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Sevilla, 1964.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Charlton Heston, Rodaje de El Cid. 1961.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Madrid, 1963 (2).Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)ST, 1962.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Museo del Prado, 1965.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Madrid, 1961.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Cementerio de Madrid, 1964.Ramón Masats (Galería Blanca Berlín)Madrid, 1960 (3).Masats, como nunca lo has visto De la generación dorada de la fotografía española, Ramón Masats era el más decidido a ser profesional. A vivir del oficio. Alejado de ensayos artísticos típicos de aquella época, en la que el lenguaje de la fotografía buscaba afirmación propia, se presentó a mitad del pasado siglo en Gaceta Ilustrada. Tal vez la mejor revista gráfica del momento. Su aval consistió en un reportaje sobre los sanfermines en el que el realismo logrado por el dinamismo de sus imágenes, la expresividad de sus arriesgados encuadres y la radicalidad de su mirada descubrieron un futuro mejor para el oficio de narrar con imágenes. Sin embargo, su marchamo de autoría diferenciada no le impidió afrontar trabajos variados, encargos, en definitiva, propios de una redacción en los que el oficio se pone al servicio del uso de las fotografías. Como trabajos alimenticios, han permanecido desechados en un rincón de su estudio durante muchos años y ahora aparecen, cuando el tiempo atribuye nueva vida a unas imágenes que, sin desdecir la radical selección de su más conocida y consagrada obra, aportan luz al itinerario de su producción, certifican su impacto en la memoria colectiva de una determinada época y consagran la aportación de su irónica y particular mirada. Este domingo 17 de marzo cumple 88 años. Felicidades, maestro. —EPSRamón Masats (Galería Blanca Berlín)