
En Almería hay un salvavidas para personas migrantes
Roquetas de Mar alberga el primer edificio para 54 refugiados de Cruz Roja en España

Dos técnicos de la organización asesoran a varias mujeres víctimas de matrimonios forzados en uno de los gabinetes de abogados del que dispone el centro. Como ellas, las mujeres que deciden oponerse a esta práctica se enfrentan al reto de sobrevivir en la sociedad de acogida sin el apoyo del círculo más cercano. 11 educadores se encargan de la gestión de la vida cotidiana, talleres y cursos. Hay otros profesionales que llevan a cabo la gestión del ocio y tiempo libre, talleres de conocimiento del entorno, género, salud, derechos y deberes y búsqueda de vivienda. El equipo se completa con siete trabajadoras sociales.
La situación geográfica de España ha hecho que en los últimos años los flujos migratorios hayan crecido enormemente, provocando una problemática social a la que las organizaciones humanitarias han tratado de dar respuesta. 2017 fue un año récord en recepción de pateras: España pasó a representar el 13% de las llegadas irregulares por mar a la Unión Europea frente al 2% del año anterior, con 22.103 personas, un 165% más que en 2016, según la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur). Si a esta cifra le sumamos las que han accedido a través de las fronteras de Ceuta y Melilla, el total es de 28.349.

Las llegadas por España se han incrementado en un 165% frente a las de Grecia e Italia, que han descendido un 83% y un 34% frente a año anterior respectivamente.
Trabajadores del Centro de Migraciones de la Cruz Roja explican el funcionamiento del mismo a los 16 migrantes del buque Aquarius. Aquí estarán durante seis meses que pueden prolongarse otros seis. Durante la primera etapa se les ofrece ayudas básicas y, posteriormente, se aborda la autonomía e integración. Se trabaja en planes personalizados de intervención. Cruz Roja desarrolla dos programas fundamentales dirigidos a la acogida e integración de personas migrantes. Por un lado, el Programa de Atención a Personas Refugiadas que se desarrolla a través del ‘Sistema de acogida e integración para personas solicitantes y beneficiarias de protección internacional’ financiado por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social y, por otro, el proyecto de Atención Humanitaria a Personas Inmigrantes.

Así, desde hace ya varios años, la Cruz Roja ha puesto en marcha numerosos proyectos para dar acogida a estos inmigrantes, informarles de sus derechos, mejorar su situación socio-sanitaria y laboral y, en definitiva, favorecer su integración social y luchar por la defensa de sus derechos.
En la imagen, uno de los migrantes del ‘Aquarius’ recién llegados a Roquetas de Mar se emociona tras el recibimiento en el centro. Es una de las 365.000 personas que ha huido de Eritrea en los últimos diez años. El país vive en un estado de excepción permanente, sin elecciones ni derechos básicos.

Cruz Roja Almería dispone en Roquetas de Mar del primer edificio íntegramente dedicado a viviendas para refugiados de toda España.
Una persona de origen venezolano se tapa para que no se reconozca su rostro. En el edificio de refugiados se encuentran varios asilados políticos y hay que tener mucha cautela a la hora de hablar para protegerles y no ponerles en peligro. En este caso, esta persona tuvo que abandonar temporalmente a su familia para salvar su vida por estar políticamente implicado en la oposición a Maduro. Tiene varias carreras universitarias, pero mientras espera que se las convaliden trabaja como ayudante de cocina gracias a un curso impartido por la Cruz Roja.

Cruz Roja mantiene la discreción sobre la ubicación del centro para proteger el anonimato de los usuarios más vulnerables y así impedir que puedan ser localizados, ya que muchos están amenazados de muerte.
Estas son varias de las pulseras identificativas que la policía nacional puso a los emigrantes del Aquarius cuando desembarcaron en Valencia. Al fin, los rescatados se las han podido quitar nada más llegar al Centro de Migraciones de Roquetas de Mar.

Se trata de un proyecto piloto abierto desde febrero de 2017, y donde ya tiene todas sus plazas cubiertas. Alberga a un total de 54 personas, incluidos menores, provenientes de Siria, Venezuela, Georgia, distintos países de África subsahariana, Ucrania y Honduras.
Un mapa de “Mamá África” dibujado en la pizarra en el que se distingue el recorrido realizado desde Guinea Conakry hasta España por uno de los usuarios del centro. Uno de los objetivos que establece la Cruz Roja de Almería referentes a la atención a personas refugiadas es la sensibilización a la población así como mejorar la implicación y contribución de las personas en la construcción de una ciudadanía más activa y comprometida.

Clases de español en uno de las aulas del centro. Para mantenerse en la segunda fase del programa es necesario contar con un buen nivel de español. La mayoría de los refugiados ha dejado su vida de un día para otro y su destino no es siempre el que en principio pretendían, con lo que la mayoría apenas hablan el idioma.

Cruz Roja desarrolla otro proyecto en el edificio colindante, en el que disponen de 60 plazas más para acogida humanitaria destinadas a gente que llega en patera. En él acaban de recibir a 16 jóvenes rescatados por el barco Aquarius.
9.Uno de los migrantes del ‘Aquarius’ posa tímidamente en una de las viviendas que la Cruz Roja les proporciona. El centro está dirigido a cubrir las necesidades de alojamiento, manutención, orientación, información y acompañamiento social. En distintas fases de unos seis meses de integración social, llegan a disfrutar de la acogida temporal de manera más independiente, viviendo en un apartamento gestionado por ellos y deben buscar trabajo. En la tercera fase, de otros seis meses de autonomía, gestionan su vida siempre con la tutela de la organización para garantizar que su integración sea completa.

En total, Cruz Roja atiende a 114 personas repartidas en 28 viviendas bajo la atención de los equipos de psicólogos, asistentes sociales, abogados y educadores.
Uno de los usuarios del centro posa a través de un cristal. Huyó como pudo de Eritrea para evitar el reclutamiento forzoso que junto a las violaciones de los derechos humanos, la represión y la inseguridad por la proliferación de armas entre la población son algunas de las causas que empujan a escapar de un país que considera desertores a quienes lo hacen.
