Un grupo de activistas utilizó 5.000 flores para dibujar un signo de paz y la palabra Yemen frente al Capitolio etadounidense el pasado 19 de marzo en Washington. El acto sirvió para recordar a los 5.000 niños asesinados por los bombardeos sauditas en Yemen, país que este 26 de marzo cumple tres años inmerso en una guerra que ha dejado al país al borde del colapso por la hambruna y la destrucción de las infraestructuras sanitarias.Jacquelyn Martin (AP)
Soldados yemeníes participan en una maniobra militar organizada por la coalición militar liderada por Arabia Saudí en la provincia oriental de Marib (Yemen) el 19 de marzo de 2018. La situación humanitaria en Yemen es extremadamente grave desde 2015, cuando comenzaron los bombardeos de la coalición árabe, liderada por Arabia Saudí, que intervinó en Yemen para apoyar al Gobierno contra los rebeldes hutíes, quienes cuentan con el apoyo de Irán.
Los huthis dicen estar llevando a cabo una revolución contra los políticos corruptos y las potencias del Golfo. Este grupo, que forma parte de la corriente zaidí del chiísmo, tomó la capital del país, Saná, y espulsó al Gobierno de Hadi, forzando a éste a exiliarse en Arabia Saudí. Temiendo que su avance fuera un intento por parte de Teherán de tomar el poder, Riad y otros países árabes armados y apoyados por Estados Unidos y Reino Unido intervinieron el 26 de marzo de 2015 para restaurar su poder.
SOLIMAN ALNOWAB (EFE)
Cientos de civiles yemeníes han muerto en los miles de bombardeos aéreos que ha llevado a cabo la coalición saudí mientras que los ataques transfronterizos con cohetes de los huthis contra Arabia Saudí han dejado cientos de víctimas. Las fuerzas de la coalición han hecho modestos avances territoriales pero parecen lejos de arrebatar la capital a los huthis.
Los niños que necesitan ayuda humanitaria en Yemen ya son casi 11 millones, según datos de Unicef. Es decir, el 80% de la infancia del país. Hasta el momento, el conflicto ha causado la muerte de más de 2.190 niños, mientras que alrededor de 3.300 han sido heridos y 2.443 han sido reclutados. En la imagen, un iño yemení observa los edificios dañados en un ataque aéreo en la ciudad de Taez, al sur de Yemen, el pasado 18 de marzo.
AHMAD AL-BASHA (AFP)
El Senado de Estados Unidos rechazó la semana pasada una resolución destinada a poner fin al apoyo de Washington a la coalición que encabeza Arabia Saudí contra los rebeldes huthis en Yemen a pesar de que el senador Bernie Sanders recalcara que los miles de muertos que lleva el país y su situación catástrofica son "el resultado de la guerra encabezada por Arabia Saudí".
“La educación es uno de los problemas más silenciados del conflicto, pero tendrá consecuencias muy graves a largo plazo”, destaca Meritxell Relaño, representante de Unicef en Yemen. Los profesores llevan año y medio sin cobrar, lo que afecta su presencia en las aulas. Los menores fuera de la escuela ya son 2 millones, mientras que los que acuden a los centros educativos que siguen abiertos (2.500 tuvieron que cerrar por las consecuencias de la violencia) no reciben una educación de calidad. “Se necesitan al menos 200 millones de dólares para que podamos pagar a los profesores unos incentivos para cubrir el gasto de desplazamiento hasta la escuela”, explica Relaño. “La de la educación es una nueva crisis que va a explotar en algún momento”. En la imagen, un niño yemení mira a través de los agujeros de una pared provocados por un bombardeo aéreo en Taez.
AHMAD AL-BASHA (AFP)
Un niño yemení espera recibir una vacuna contra la difteria en un centro de salud en la capital, Sanaa, el 18 de marzo de 2018. Más de 2.300 yemeníes han muerto de cólera y 70 de difteria en medio del deterioro de las condiciones de higiene y saneamiento, dice la Organización Mundial de la Salud.
El índice de malnutrición se mantiene estable en comparación con el año pasado, pero no es una buena noticia, según Meritxell Relaño, representante de Unicef en Yemen. “Las cifras siguen demasiado elevadas, con 1,8 millones de niños malnutridos y 1,1 millones de madres embarazadas o en lactancia”, explica.
MOHAMMED HUWAIS (AFP)Una niña yemení es vacunada contra la difteria, tras un brote agudo, en un centro de salud de Saná, Yemen, el 13 de marzo de 2018. Se han registrado cerca de 1300 casos de difteria y 73 muertes por esta enfermedad en Yemen, desde que se detectase el brote a mediados de agoste de 2017.YAHYA ARHAB (EFE)Un chico yemení empuja una carretilla lleva bidones para llenarlo con agua el 18 de marzo de 2018 en Sana'a, Yemen. El país es un ejemplo claro de cómo el conflicto exacerba la falta de acceso al agua, según Oxfam Intermón. Antes de la guerra de la que se cumplen ahora tres años, ya era uno de los países con mayor escasez del mundo y en la actualidad 16 millones de personas, de una población de 29 millones, necesitan agua potable y saneamiento.Mohammed HamoudDos hermanas pequeñas yemeníes llevan los bidones caminan a una bomba de agua para llenarlos de agua el pasado 18 de marzo de 2018 en Sana'a, Yemen. El conflicto ha destruido la mayoría de las infraestructuras, por lo que en muchas zonas no hay acceso a agua potable, lo que ha provocado que las condiciones higiénicas y sanitarias sean paupérrimas.Mohammed HamoudUna mujer yemení regresa de un punto de agua con los bidones llenos. En este contexto de falta de acceso a agua segura se ha producido en los últimos meses un brote de diarrea aguda que ha afectado a casi un millón de personas.Mohammed HamoudDesminadores yemeníes entrenados en las fuerzas emiratíes con detectores de metales buscan minas terrestres presuntamente plantadas por los rebeldes houthi en una ciudad después de apoderarse de los rebeldes en la provincia occidental de Hodeidah, Yemen, el pasado 18 de marzo 2018. Según los informes, casi 10 mil personas han muerto en Yemen desde marzo de 2015.STRINGER (EFE)Unos vendedores de pescado esperan a los clientes en el puerto de Hodeida. La seguridad alimentaria de alrededor de 124 millones de personas en todo el mundo estuvo bajo una grave amenaza a fines del año pasado, principalmente a causa del empeoramiento de los conflictos y la sequía, según un reciente informe publicado por la Unión Europea y la Onu. Yemen continuará sufriendo la mayor crisis alimentaria de lejos, según el documento. "Se espera que la situación se deteriore, particularmente debido al acceso restringido, el colapso económico y los brotes de enfermedades".ABDULJABBAR ZEYAD (REUTERS)Unos pescadores vuelven de faenar al puerto pesquero de la ciudad de Hodeida, Yemen, en el Mar Rojo, el pasado 14 de marzo de 2018. Unicef denuncia que la ayuda humanitaria entra en el país con cuentagotas, pero no las importaciones comerciales. Los precios de la comida, el combustible y el agua se han disparado.ABDULJABBAR ZEYAD (REUTERS)Policías militares yemeníes patrullan las calles de la ciudad de Taez, el 13 de marzo de 2018. Lafalta de visibilidad internacional de esta guerra dificulta la recaudación de fondos para aliviar a los 20 millones de personas que necesitan asistencia y los alrededor de tres millones de desplazados.AHMAD AL-BASHA (AFP)El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanosindicó recientemente desde Ginebra que está estudiando si el bloqueo de Arabia Saudí a Yemen equivale a un "castigo colectivo" a la población yemení, lo que supondría una violación del Derecho Internacional. En la imagen, un grupo de artistas muestra sus manos pintadas después de realizar un mural, durante la campaña de paz "Día abierto de arte" celebrada en Saná (Yemen) el pasado 15 de marzo.YAHYA ARHAB (EFE)Un artista pinta un mural en protesta del conflicto, durante la campaña de paz "Día abierto de arte".La ONU ha atribuido a los bombardeos de la coalición el 60 % de las muertes de civiles que se han producido en estos dos años y medio (y que suponen la mitad de las 10.000 muertes contabilizadas).YAHYA ARHAB (EFE)Un grupo de ciudadanos inspecciona los daños producidos por la explosión de un coche bomba en la ciudad sureña de Aden, el pasado 13 de marzo. Al menos tres personas murieron y más de 20 resultaron heridas, entre ellas civiles, en un ataque asumido por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en la entrada de una base de las fuerzas de seguridad respaldadas por Emiratos Árabes Unidos.FAWAZ SALMAN (REUTERS)Un depósito de armas houthi explota después de ser alcanzado por diversos ataques aéreos en Sanaa, Yemen el 31 de enero de 2018.Khaled Abdullah (REUTERS)