Creaciones tras los barrotes para resistir al régimen de Teodoro Obiang
El dibujante Ramón Esono Ebalé lleva más de cinco meses encerrado en una cárcel de Guinea Ecuatorial. Fue detenido el pasado septiembre acusado de falsificación y blanqueo de dinero, pero Amnistía Internacional defiende que sus creaciones son las que le han llevado a presido
Este martes comienza el juicio contra el dibujante Ramón Esono Ebalé, encerrado desde hace más de cinco meses la cárcel de Black Beach de Malabo. Tras los barrotes, Esono sigue haciendo lo que mejor sabe: dibujar.Desde su encierro, Esono tiene prohibido el acceso papel y rotuladores. No osbtante, el preso sigue trabajando en sus obras con trozos de cartón y bolígrafos que le llevan sus hermanas los fines de semana.También conocido como Nsé Ramón o por el seudónimo de Jamón y Queso, residente desde hace años en el extranjero, había regresado a Guinea Ecuatorial para renovar su pasaporte.Esono fue detenido el pasado septiembre cuando salía de un restaurante de Malabo acusado de falsificación y blanqueo de dinero. El escrito de acusación, sin embargo, giraba alrededor a su trabajo como dibujante. Nada que ver con dineroEl dibujante resiste con sus creaciones el castigo de un régimen que ha intensificado la represión contra los pocos opositores internos que critican al presidente Teodoro Obiang. En los pequeños trozos de cartón, Esono pinta personajes rotundos y paisajes oníricos. Esono, que se define como artivista, creó los dibujos de la novela gráfica ‘La Pesadilla de Obi’, protagonizada por un dictador de un país africano que se convierte en un ciudadano normal.Antes de ser encarcelado, el dibujante llevaba dos años trabajando en un cómic-exposición de estética futurista que recrea un gran imperio de arquitecturas imposibles.El juicio a Esono llega en un renovado clima de represión contra la oposición. Hace sólo cinco días concluía un macroproceso contra 147 miembros del partido opositor Ciudadanos por la Innovación (CI).En una reciente carta que escribió desde la cárcel, Esono aseguraba: “Yo no pinto más que donde sea una persona libre y responsable de sus actos, sin embargo desde el poder han decidido no admitir la razón allá donde razonar impondría un mejor ritmo al desarrollo general del cual se presume”.