La nueva moda en Japón: los 'owl cafés'
Los animalistas critican la utilización de animales salvajes como reclamo en cafeterías
De los gatos, a los búhos: algunas cafeterías de Japón utilizan a los animales para atraer a los clientes, con los que pueden interactuar mientras toman una bebida. La fiebre de los cat cafés ha llegado incluso a España, pero la nueva moda en el país nipón, las cafeterías con búhos y lechuzas, aterriza cargada de polémica. "La naturaleza de los animales no es estar despiertos a esta hora, son completamente nocturnos, no están acostumbrados a estar con humanos", apunta Eduardo Rosco, gerente de una pequeña empresa. Y es cierto: los búhos son animales muy sensibles a la luz y al sonido, sentidos que utilizan para cazar presas durante la noche. No están adaptados ni a la claridad ni al ruido de los cafés, y allí se ven obligados a permanecer despiertos mientras decenas de clientes se acercan a acariciarlos.
La dueña de uno de estos locales, Aya Matsuda, no cree que los animales en su cafetería sufran. "Algunos cafés de búhos no tienen suficiente personal, y los clientes pueden interactuar libremente con ellos. Pero en nuestro café solo se puede entrar en la sala de los búhos con personal, quienes explican cómo se debe tocar a los animales o les dan un descanso cuando los ven cansados", apunta la gerente de El Pueblo de los Búhos. Sin embargo, varias asociaciones que luchan por el derecho de los animales creen que existe maltrato en estas prácticas: "La gente piensa que el abuso animal es patearlos o golpearlos, pero no se limita a eso. Confinar a un animal en un espacio pequeño es definitivamente una forma de abuso", sentencia Chihiro Okada, Directora del Centro de Derechos de los Animales en Japón.
El problema ha empeorado con los años, en los que la gran afluencia de turistas ha causado la proliferación de este tipo de cafés con una legislación muy débil. Además, el búho en Japón es un símbolo de buena suerte, por lo que este tipo de aves están expuestas a decenas de personas que desean contagiarse de su fortuna.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Finabien Paisano: las claves del programa dirigido a migrantes que envían remesas
El Valencia Basket, muy incómodo en Israel, cede ante el Maccabi
Estados Unidos sanciona a 29 buques de la “flota fantasma” iraní y endurece la presión sobre Teherán y Venezuela
El Athletic sufre en Ourense y el Burgos se carga al Getafe
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16





























































