La excentricidad de Emilie Flöge, musa de Gustav Klimt, y la pasión del ‘Romancero gitano’ inspiraron las puntadas de esta exquisita pieza de Delpozo. Fueron necesarias 52 horas para el bordado y 25 para la confección, todo un lujo en la era de la moda rápida.
Solo existen 26 unidades de este vestido más una versión especial realizada para una clienta de Oriente Próximo.gianfranco tripodogianfranco tripodogianfranco tripodogianfranco tripodogianfranco tripodogianfranco tripodo