Durante algo más de una década he tenido la oportunidad de trabajar y convivir con personas afectadas por algunos de los conflictos más sangrantes de los últimos tiempos. Iraquíes, sudaneses y afganos, entre otros, llevan soportando las injusticias y miserias de la guerra durante demasiado tiempo. Mis desplazamientos a estos países causan preocupación entre familiares y amigos. Yo siempre intento tranquilizarlos diciendo que las cosas se ven peor desde fuera que desde dentro, y que el principal interés de la mayor parte la gente en cualquier parte del mundo es proveer para sus familias. De entre la selección de imágenes que comparto a diario en mi Twitter @diegofgphoto este mes de septiembre he querido mostrar 10 de las miradas más amables y que más me han cautivado en estos años.
Afganistán, 2011. Creo que este anciano afgano es un buen ejemplo de ello. Esta imagen la tomé un duro día de invierno durante un viaje a Shibirghan, en el norte de Afganistán, para visitar uno de los proyectos de reconstrucción de infraestructuras comunales del Programa Mundial de Alimentos.
Darfur, Sudán 2007. Conocí a esta niña en uno de los centros de alimentación terapéutica que apoya el Programa Mundial de Alimentos en Darfur. En estos centros se atienden los peores casos de malnutrición infantil. Son casos que a pesar de lo que pueda parecer por las imágenes que se ven en algunos medios, no son fáciles de encontrar en las calles. Estos niños suelen estar internados en centros para su tratamiento o permanecen en sus casas. La picardía de la mirada de esta niña me cautivó desde que entré al centro. Cuando su madre me dejó que la fotografiara, entre tímida y divertida, no podía evitar buscarla con la mirada.Lago Turkana, Kenia. En Kenia conviven la población tan sofisticada y cosmopolita como la de Nairobi y otras grandes ciudades con algunas de las tribus más ancestrales de África. Esta niña pertenece a la tribu de los Turkana, que reside en el noreste del país en las inmediaciones del gran lago del mismo nombre. Su familia vivía en Loiyangalani, justo en las orillas del lago, lugar donde llegamos tras un agotador viaje por el desierto.Kupang, Timor Occidental, Indonesia. Timor Occidental en particular, e Indonesia en general, son lugares fascinantes por su diversidad étnica, religiosa, cultural y geográfica. Sin duda es un país donde se podría estar viajando durante años. La región indonesia de Timor Occidental comparte isla con el país independiente de Timor Oriental y no es un lugar excesivamente grande. A pesar de ello, las lenguas locales parecían cambiar a medida que se iban sorteando las distintas montañas. Al niño de la imagen le habían dicho que se marchase de la reunión que mantuvimos con los representantes del pueblo. Aún así, atisbaba curioso tras un árbol.Mukjar, Darfur, Sudán. He de confesar que esta es una de mis fotografías preferidas y que, al contrario de lo que me preguntan a veces, no está recortada. A esta niña la encontré jugando en un centro de acogida para menores afectados por la guerra en Darfur. Creo que la intensidad de esa mirada habla por sí misma.Darfur, Sudán. Este darfuriano estaba a punto de ser dado de alta de un precario hospital de Darfur donde, según me contaron, había sido tratado de fiebre amarilla. Más tarde también me dijeron que, pesar de su inofensiva apariencia, pertenecía a los denostados 'janjaweed', las milicias a las que se acusa de haber perpetrado matanzas en Darfur.Campo de refugiados de Kakuma, Kenia 2012. A diferencia de otros muchos lugares donde los trabajadores humanitarios realizamos nuestra labor, en Kakuma es posible transitar por el campo libremente y establecer contacto directo con las personas, todo un lujo en los tiempos que corren. A este niño congolés pareció divertirle mi presencia en el campo y fue mi acompañante oficial durante la visita.Mazar e Sharif, Afganistán 2011. Esta es, sin duda, otra de mis fotografías preferidas. Este grupo se había congregado para una distribución de cupones destinados a la compra de alimentos en comercios locales en Mazar e Sharif. La fuerza de la mirada de esta niña, me pareció fascinante.Mazar e Sharif, Afganistán 2011. Esta mirada la capturé paseando por un bullicioso mercado en Mazar e Sharif. A pesar del ruido y del frenético movimiento de comerciantes y clientela, esta niña parecía estar ajena a lo que ocurría su alrededor. Kenia, 2014. Algo que siempre me agradó durante mi estancia en Kenia es la generosa sonrisa de sus gentes, lo que, según revela esta imagen, los kenianos parecen practicar desde su más tierna infancia.