
100 años del sujetador
Hoy se cumplen 100 años desde la invención del sujetador. Patentado por Mary Phelps-Jacobs en 1914, este elemento del vestuario femenino ha vivido una evolución marcada por las tendencias de moda y los cánones de Hollywood

Tenía 19 años cuando ideó este sujetador. Estaba en una fiesta de la alta sociedad y llevaba un corsé muy apretado que sobresalía por su vestido y le hacía encontrarse incómoda. Le pidió a una doncella que la ayudara y juntas confeccionaron un sujetador con dos pañuelos unidos a partir de las cintas rosas del corsé (la tradición decía que debía ser de ese color). Empezó a fabricar modelos para sus amigas. Poco después vendió la patente a The Warner Brothers Corset Company (hoy Warnaco, dueño de Calvin Klein, Speedo y otras marcas). La prenda pronto comenzó a introducirse en los armarios.
La necesidad de mano de obra ante la Primera Guerra Mundial hizo que las mujeres se incorporaran al mundo laboral, y la rigidez de movimientos que provocaba el corsé se hizo incompatible con su nuevo papel. Esto causó la paulatina desaparición de esta prenda. Además el metal que se utilizaba para realizar los corsés se requería por esas fechas para la fabricación de material bélico.La patente del primer sujetador, registrada en noviembre de 1914 por Mary Phelps-Jacobs

No todos encontraban favorecedora esta tendencia. Ida y William Rosenthal, en colaboración con Enid Bisset, lanzaron Maiden Form Brassiere, un sistema de copas que acentuaba las formas femeninas. La idea consistía en dos copas separadas por una cinta elástica, algo sencillo pero hasta entonces desconocido.
Fue un éxito inmediato. Sería Maiden Form quien introdujo las tallas de copas, aunque hay debate respecto a quién fue el primero.
En 1930, D.J. Kennedy inventa el primer sujetador con almohadillas inspirado por una atleta sueca que se hizo daño en el pecho al darse con la rodilla cuando corría los 400 metros en las olimpiadas de Noruega de 1928.Los catálogos de Sears con los sujetadores que disimulaban las curvas, de 1925 (izq) y 1929 (dcha).

Acabado el conflicto bélico, la sociedad deseaba volver a soñar con el glamour de Hollywood. En Los Ángeles triunfó Frederick Mellinger con su diseño The Rising Star, considerado el primer sujetador push up. El aviador Howard Hughes quiso que su actriz preferida, y amante, Jane Russell apareciera en la película El Forajido de 1943 luciendo un pecho emergente, y para ello encargó a su ingeniero aeronáutico que diseñara un sujetador que hiciera el busto puntiagudo. Rusell diría que no llegó a utilizar el diseño de Howard, sino que se limitó a rellenar el suyo de pañuelos de papel. Otras estrellas como Marilyn Monroe, Jayne Mansfield y Rita Hayworth contribuyeron al fenómeno, que se extendió a los años cincuenta. Comenzó a utilizarse el nylon de forma generalizada, aligerando las prendas y haciéndolas más fáciles de lavar.Jane Russell y Jeanne Crain, 1955, en la cinta <em>Los caballeros las prefieren rubias</em>

La autora feminista Germain Greer expresó en su libro The Female Eunuch (El eunuco femenino): "Los sujetadores son un invento ridículo, pero si haces que ir sin ellos sea una norma, te estás sometiendo a otra represión”. Si anteriormente el deseo había sido marcar el pecho a través de sofisticados artilugios, los sesenta trajeron la reacción opuesta. Yves Saint Laurent propuso una blusa transparente lucida sin nada debajo, y en 1964 Rudi Gernreich diseña el “no sujetador”, una versión de la prenda en una tela elástica muy ligera y transparente. A partir de este momento se populariza el uso de las transparencias en la ropa interior y se generaliza el empleo de la licra.
Los hábitos empiezan a cambiar: las mujeres que seguían llevando sostén para dormir dejan de hacerlo.Protesta feminista en Atlantic City, 1968, donde los sujetadores se convirtieron en símbolo de la opresión. Vía 'Media Myth Alert

En esta década nace el sujetador de deporte, creado por Hinda Miller, Polly Smith y Lisa Lindahl, tres amigas aficionadas al running. Lo hicieron cosiendo dos suspensorios, y su nombre original era Jog-bra. Los setenta vieron el ascenso de los sujetadores sencillos y básicos. Se popularizaron los modelos en color piel, sin costuras, y casi invisibles.Imagen de uno de los primeros catálogos de Victoria’s Secret

Jean Paul Gaultier contó cómo surgió la idea: "Cuando era niño, mi abuela me llevó a una exposición en la que exhibían un corsé. Me encantó el color piel, el satén salmón y el encaje. Mi abuela explicó que un corsé estaba hecho para ayudar a estar erguido. Me pareció una solución muy bella. El sujetador cónico dorado fue sólo una extensión de esa idea”. El diseñador recuerda que cuando vio actuar a Madonna por primera vez creyó que era británica, pues le pareció imposible que una americana vistiera de una manera tan atrevida.
El transgresor vestuario de esta gira ya ha pasado a formar parte de la historia de la moda, no solo por el sostén cónico, sino porque la cantante introdujo la visión de la ropa interior como prenda de exterior, algo que a día de hoy continúa siendo tendencia.Madonna con corsé de Jean Paul Gaultier durante el <em>Blond Ambition Tour</em> de 1990 (Getty / Cordon Press / Corbis)

Fue un éxito en Canadá, pero no sería hasta los años noventa cuando alcanzó la fama mundial al entrar en Gran Bretaña y Estados Unidos. La campaña de 1994 protagonizada por Eva Herzigova, bajo el ambiguo título de “Hello Boys”, marcaría un antes y un después. Tiene incluso su propia leyenda urbana: se cuenta que las vallas publicitarias causaron varios accidentes al distraer a los hombres al volante. El anuncio ha estado expuesto en el museo Victoria & Albert de Londres. La popularización de los aumentos de pecho durante esta década hizo que las mujeres buscaran aumentar la talla de su sujetador, y Wonderbra se convirtió en la vía ideal para ello.
"Tengo un par de Wonderbras. Son tan increíbles, que juro que incluso yo tengo pecho con ellos”, dijo Kate Moss en 1994. Durante esta época, el encaje y los bordados vuelven al primer estante de las tiendas. Marcas como La Perla apuestan por la espectacularidad de la imagen femenina.Campaña de Wonderbra de 1994 con Eva Herzigova

El tamaño del pecho continúa incrementándose. La media sube tres tallas de copa y una de banda, solo respecto a la cifra de 1996. Comienzan a diagnosticarse problemas de salud derivados de una mala elección de la talla del sujetador. Surgen iniciativas como Sayfit, un grupo especializado en corsetería. “Siete de cada diez mujeres no usan la talla y la copa adecuada, y la mitad de las consultas por dolores mamarios se evitarían usando la pieza adecuada”, cuenta vía telefónica Francesc Puertas, el impulsor de Sayfit.Imagen del catálogo de los Post-surgery bras de Women’ Secret destinados a mujeres operadas de cáncer de mama

En el centenario del sujetador, la tendencia es el no-sujetador.Foto del Instagram de Cara Delevingne por la campaña #FreeTheNipple