Knut aprende a nadar

Quién iba a decirle a Knut, el joven oso polar que hace cinco meses tuvo que ser alimentado por los cuidadores del zoo de Berlín tras ser rechazado por su madre, que iba a ser una estrella. Pero la realidad es que se ha convertido en la principal atracción de un parque zoológico en decadencia que, tras el nacimiento de Knut, ha revitalizado las visitas. Ahora, en Alemania, es noticia hasta su primer chapoteo.

Más de 500 mil visitantes se han acercado al zoo de Berlín desde el nacimiento del osezno, para ser testigos de las andanzas de Knut.

Ahora, con la llegada de las temperaturas primaverales, de 25 grados, su guardián ha empezado a enseñarle a nadar para que se refresca con el agua fría. Y parece que Knut le ha cogido gusto a esta práctica.

Knut, el bebé de oso polar nacido hace cinco meses en Berlín, ha desencadenado la mayor avalancha de visitantes en los más de 160 años de historia del zoo de la capital alemana. La figura de Knut se ha convertido en un fenómeno mediático sin precedentes y en una fabulosa fuente de ingresos.

Desde su nacimiento, el pasado 5 de diciembre, el osito polar ha disfrutado de un seguimiento mediático que le ha convertido en estrella y ha desencadenado en Alemania la llamada knutmanía. La televisión le dedica todos los días un programa y los periódicos amarillos alemanes no dejan pasar un día sin una o dos páginas para contar cada detalle relacionado con el osito.

Sufrió Knut desde su nacimiento un trauma que los expertos no saben qué consecuencias traerá. Su madre Tosca parió gemelos y los rechazó. Uno de los ositos murió poco después, pero Knut, que pesó al nacer 810 gramos, quedó al cuidado de Thomas Dörfflein, que se ha convertido en uno de los personajes más famosos de Alemania por los cuidados que salvaron la vida al osito polar.

Tras 44 días en una incubadora, Knut sobrevivió gracias a los biberones que le daban cada dos horas. Cuando cumplió 108 días, más de 500 periodistas asistieron a su presentación en sociedad, apadrinado por el ministro federal de Medio Ambiente, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, que aprovechó la ocasión para lanzar un discurso sobre la protección de especies en peligro de extinción.