Putin impone sus “valores tradicionales” a los anunciantes

El presidente ruso, Vladímir Putin, ordenó que los anuncios inculquen su visión moral del mundo, y las agencias de publicidad han acatado la orden. Las empresas tendrán ahora un “estándar de publicidad con contenido de valores tradicionales”, una recomendación con la que el Gobierno define cómo el marketing debe reflejar “los valores espirituales y morales tradicionales rusos”. Su prueba piloto se centrará en mostrar “una familia fuerte” en la que no tengan cabida modelos “no tradicionales”, entre ellos familias uniparentales y parejas LGTB.

El documento ha sido elaborado por el holding nacional de la publicidad MAER, la Asociación de Agencias de Comunicación de Rusia y otras organizaciones con el visto bueno del Servicio Federal Antimonopolio, el Ministerio de Desarrollo Digital y el Ministerio de Cultura, el mismo organismo que quiere vetar las películas y series donde haya mujeres independientes que no deseen tener hijos.

Los empresarios no han puesto ninguna pega a la recomendación del régimen ruso. “Sería muy útil tener un conjunto de medidas que animen a los anunciantes, en el sentido positivo de la palabra, a promover los valores tradicionales”, ha manifestado el presidente de la comisión para los medios de la Unión Rusa de Industriales y Empresarios, Alexéi Goreslavski.

Aunque el comité enfatizó que la medida tiene “un carácter consultivo”, Goreslavski recordó que ha sido elaborada por orden del presidente Vladímir Putin. Según el ejecutivo, la publicidad llega a millones de rusos a diario y es importante implementar “nuevos principios” desde las empresas. Entre ellos, “la familia fuerte, el servicio a la patria y la unidad del pueblo ruso”.

La medida contempla “incentivos no financieros”, como concursos y premios organizados por asociaciones empresariales, aunque todos entienden que el acceso a publicidad del Estado será clave. El holding MAER es conocido por su red de pantallas gigantes en las calles en las que emite los discursos de Putin.

El documento prevé la creación de un regulador que supervise la aplicación de los valores tradicionales en la publicidad. La primera vicepresidenta del Comité de Política Informativa de la Duma Estatal, Marina Kim, remarcó que el parlamento ruso ya está trabajando en la metodología para su futura creación.

Putin emitió un decreto a finales de 2022 en el que hacía una lista de “valores espirituales y morales tradicionales”. Entre ellos, el servicio a la patria y la responsabilidad por su destino, una familia fuerte, la prioridad de lo espiritual sobre lo material, el colectivismo y la supuesta continuidad de un legado histórico entre generaciones.

El Gobierno ruso ha extendido este adoctrinamiento en todos los ámbitos de la vida desde entonces. El dirigente ruso firmó un decreto el 17 de octubre en el que instruía a producir “contenido digital de alta demanda” destinado a la “educación patriótica y espiritual-moral de niños y jóvenes”. Esta iniciativa, dotada de 3.900 millones de rublos, unos 42 millones de euros, estará supervisada por el Instituto de Desarrollo de Internet.

Esta organización, financiada por el Estado a pesar de ser supuestamente una organización no comercial, ha desarrollado todo tipo de proyectos propagandísticos sobre la guerra contra Ucrania, incluidos documentales como “Derecho a invadir”, “SVOI” (un juego de palabras entre “los nuestros” y “operación militar especial”) y “Hecho para el frente”, donde se hace publicidad de los empresarios que financian al ejército.

La propaganda a través de los anuncios comerciales es solo un frente más del adoctrinamiento del Kremlin y su campaña ideológica. El ministro de Educación, Serguéi Kravtsov, ha anunciado que a partir del curso que viene los estudiantes estudiarán una nueva asignatura, Cultura Espiritual y Moral de Rusia, que estará centrada en ensalzar los “héroes” del Kremlin y “explorar los valores universales tradicionales que constituyen la base de todas las religiones”.

Con la excusa de una supuesta amenaza ideológica con el regreso de las empresas occidentales tras la guerra, la Unión Rusa de Industriales y Empresarios reclamó al Kremlin más financiación a sus empresas y obstáculos a las extranjeras.

“El mercado está creciendo y cambiando, por lo que, para alcanzar los objetivos de la industria mediática rusa, sería conveniente mejorar las medidas de apoyo al sector, adaptándolas a las condiciones actuales y al cambiante entorno externo“, manifestó Goreslavski.