Aprender es avanzar: formación digital que conecta, para un mundo más inclusivo
Promover el desarrollo profesional, reducir la desigualdad digital y acercar la tecnología a quienes más la necesitan son las misiones de la Fundación Luckia. Lo logra a través de programas formativos, acuerdos con instituciones de referencia y con una apuesta clara por la innovación


En un entorno marcado por la aceleración digital y los cambios estructurales en el mundo laboral, son cada vez más necesarias todas aquellas iniciativas que apuesten por la formación tecnológica, por el emprendimiento y por el desarrollo profesional. Eliminar barreras en el acceso al conocimiento, crear redes que conecten talento con oportunidades y generar entornos donde la innovación se convierta en motor de inclusión social son tres exigencias para un mundo mejor. Pero también el arte contribuye a un mundo mejor cuando entra en espacios clínicos; no un arte como simple ornamento o puesta en escena, sino como una herramienta que eleva la calidad de vida y restituye vínculos. Frente a los desafíos de nuestra época, hay propuestas que no prometen milagros, pero que sí ofrecen resultados tangibles.
Formación con propósito
Un ejemplo es la Fundación Luckia. Se trata de una institución nacida con el propósito de generar un impacto positivo y duradero en las personas y en su entorno. Su misión principal es promover la formación digital, el desarrollo profesional y el bienestar emocional. Y lo hace divulgando entre el público los entresijos y claves del funcionamiento de la economía digital, por medio de conferencias, clases magistrales y talleres de distinto tipo. Hasta ahora, la fundación ha completado 45 formaciones, por las que han pasado cerca de 3.000 personas. Desde su plataforma Campus Fundación Luckia, ofrece programas formativos especializados en áreas estratégicas de alto impacto. Su simple enumeración es significativa de las materias que se abordan: marketing digital, innovación, inteligencia artificial, data science, pensamiento crítico, diseño estratégico, liderazgo humanista, sostenibilidad…
Fundación Luckia mantiene acuerdos con organizaciones educativas de referencia: WOBI, MIOTI Tech & Business School o ISDI
“Nos centramos en impulsar proyectos transformadores que contribuyan a reducir la brecha digital, fomentar la empleabilidad, promover el desarrollo profesional, estimular el emprendimiento y respaldar la innovación”, dice Silvia González, presidenta de Fundación Luckia. Como parte de su apuesta por una formación de vanguardia, la fundación mantiene acuerdos con instituciones educativas de referencia como WOBI (World of Business Ideas), MIOTI Tech & Business School o ISDI, lo que le permite poner al alcance de todos contenidos exclusivos y especializados que son clave para entender, acceder y crecer en el cada vez más complejo entorno digital.
Asimismo, Fundación Luckia participa activamente en congresos y eventos que fomentan el uso ético e inclusivo de la tecnología, como el Congreso Internacional Blockchain Galicia, el Inspiring Women Leaders in the Digital Era o los Premios A Noite, del Colexio Profesional de Enxeñaría en Informática de Galicia (CPEIG). Paralelamente, su apuesta por el arte pretende mejorar el bienestar emocional y humanizar entornos de especial sensibilidad. “En colaboración con la asociación Música en Vena organizamos de manera recurrente conciertos en hospitales de Galicia y Madrid”, explica González. “Llevamos música en directo a pacientes, familiares y personal sanitario, demostrando que el arte puede ser un potente vehículo de alivio emocional y conexión humana”, explica.
“Todo ello se hace desde un enfoque basado en el trabajo en red, tejiendo alianzas estratégicas y sumando esfuerzos allí donde más se necesita”, agrega la presidenta de la fundación.

Acompañamiento individual
Además, desde hace dos años, esta entidad hace posible el proyecto Arte y Emociones, que se desarrolla en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña (CHUAC) y el Hospital Marítimo de Oza, de la misma ciudad. Esta iniciativa proporciona un acompañamiento individual a los pacientes de las plantas de oncología, hematología, cuidados paliativos y daño cerebral adquirido, en el que se favorece la expresión artística multimodal para mejorar la salud y el bienestar emocional.
“Ambos proyectos refuerzan el valor terapéutico del arte en los procesos de recuperación y acompañamiento, y confirman la importancia de integrar el cuidado emocional en los espacios de atención sanitaria”, agrega la representante de la institución, que concibe la cultura como un vehículo de cohesión social y desarrollo comunitario, capaz de fortalecer identidades, despertar vocaciones y conectar generaciones. La Fundación Luckia, de igual forma, ha sido un pilar en diversos eventos como el Certamen de Pintura Rápida al Aire Libre Fernando Álvarez de Sotomayor o el Festival Internacional de Series Ría de Vigo. “Estas dos iniciativas tienen como objetivo impulsar el talento creativo, generar espacios de encuentro y contribuir al dinamismo cultural y económico del territorio”, concluye la presidenta la institución.
Colaboración en red para llegar a muchas más personas
La colaboración es uno de los pilares fundamentales de Fundación Luckia. Consciente del poder transformador del trabajo en red, ha cooperado con organizaciones como Cruz Roja, Fundación Diego González Rivas, Asociación Gallega de Esclerosis Lateral Amiotrófica, Asociación Española Contra el Cáncer, Alianza para la Vacunación Infantil, Asociación Participa o la Feria de Valencia (proyecto DANA), entre muchas otras. A través de estas alianzas, no solo aporta sus recursos para que proyectos ya en marcha sigan mejorando la salud, la inclusión y la calidad de vida de miles de personas, sino que manifiesta su claro compromiso con el trabajo colectivo. “Trabajamos para que los avances tecnológicos y educativos no generen nuevas desigualdades, sino que actúen como palancas de equidad y progreso compartido”, señala Silvia González, presidenta de Fundación Luckia. Su actividad busca no solo resolver necesidades o problemas actuales, sino anticipar escenarios futuros y preparar a las personas para afrontarlos con autonomía, resiliencia y pensamiento crítico. Con esta perspectiva, refuerza su papel como agente facilitador de nuevas oportunidades, consolidando una red de impacto.
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