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De la vivienda a la aviación: plan de recorte de CO₂ para seis carteras crediticias

Unicaja ha diseñado una hoja de ruta sostenible hasta 2030 que incluye desde la reducción de emisiones operativas hasta la imposición de objetivos medioambientales para la concesión de préstamos a sectores intensivos en carbono. La estrategia del banco fija fechas concretas y cuenta con verificación externa

Vera Castelló

Los bancos hace tiempo que no solo cuentan números, sino también emisiones contaminantes e impactos en el medio ambiente y la sociedad. Y Unicaja se ha puesto a trabajar para demostrar que la rentabilidad y la sostenibilidad pueden ir de la mano en la transición hacia una economía más verde, responsable e inclusiva.

Para ello ha incorporado los criterios ESG como ejes importantes en su estrategia de gestión. “A través de una política de sostenibilidad concreta y medible, la entidad busca anticiparse a los desafíos regulatorios y sociales, al tiempo que impulsa una transformación que combina responsabilidad, innovación y visión de futuro”, indica el director general de Estrategia y Gabinete del Consejero Delegado de Unicaja, Manuel Guerrero.

Huella de carbono propia y financiada

Uno de los pilares de esta estrategia es la reducción de la huella de carbono, tanto la generada por su propia actividad como la derivada de los proyectos y empresas que financia. El plan es ambicioso: quiere recortar un 20% sus propias emisiones entre 2024 y 2027 y alcanzar una disminución del 30% para 2030, tomando como referencia 2022.

Prueba de ese compromiso es que el banco inscribió su huella de carbono correspondiente a los ejercicios 2022 y 2023 en el Registro del Ministerio para la Transición Ecológica, obteniendo el sello CALCULO. Esta certificación demuestra el compromiso de la entidad con la gestión ambiental al indicar que se conoce la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) generadas en un ejercicio. Además, la entidad malagueña ha manifestado que continuará elaborando y verificando anualmente su inventario de emisiones bajo el protocolo internacional Greenhouse Gas Protocol (GHG).

Los mencionados objetivos de cara a 2030, aprobados por el banco en abril de 2023, se marcaron a partir del análisis de las emisiones de sus carteras de financiación con una mayor huella de carbono. Esto se va a traducir en una reducción de la intensidad de producciones GEI del 62%, en el caso del sector energético, y del 28% tanto en combustibles fósiles como en la cartera hipotecaria residencial del banco.

Nuevos objetivos para 2025

Pero se quiere ir más allá y en marzo de 2025, en línea con el Plan Estratégico 2025-2027, el Consejo de Administración amplió su estrategia de sostenibilidad, estableciendo objetivos específicos para otros sectores bajo financiación de Unicaja. Tomando como base la huella de carbono de las carteras financiadas a 31 de diciembre de 2024, estas nuevas metas implican una reducción de la intensidad de emisiones del 20% para la cartera hipotecaria no residencial y del 11% y 12% para los sectores del acero y de la aviación, respectivamente.

Esta línea de actuación responde al compromiso asumido por Unicaja para la consecución del Acuerdo de París, la Agenda 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), así como otras iniciativas a las que la entidad se ha adherido en línea con su posicionamiento estratégico, como el Compromiso Colectivo para la Acción Climática, promovido por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 25), o los Principios de Banca Responsable, también de Naciones Unidas.

Los más de 7.500 empleados de la entidad financiera han recibido formación específica en accesibilidad para adaptarse a una sociedad diversa

Pero la sostenibilidad no se entiende sin una gestión transparente, responsable y orientada al beneficio de todos los grupos de interés, desde empleados o clientes a accionistas y proveedores. Aquí la labor del banco ha recibido por parte de AENOR la máxima calificación en el Índice de Buen Gobierno Corporativo (IBGC). En este certificado se destaca que la entidad dispone de sólidos procedimientos de gobernanza, con los que garantizar una gestión sana y prudente. Entre otras cuestiones, se menciona el adecuado reparto de funciones en la organización, así como la prevención de conflictos de intereses o su compromiso con cuestiones como la transparencia. Además, la agencia internacional de análisis financiero MSCI le ha otorgado la calificación A, que reconoce la integración de los criterios ESG en su modelo de gestión.

El reto de la responsabilidad es asumido por Unicaja como una oportunidad de desarrollo y de mejora en su gestión diaria. Esta visión se traduce también en una oferta concreta de soluciones de financiación sostenible, como la Hipoteca Oxígeno, préstamos para movilidad eléctrica o rehabilitación energética y productos específicos para el sector agroalimentario sostenible.

Además, comercializa fondos de inversión y un plan de pensiones que integran criterios ESG, que canalizan los recursos de inversores y ahorradores hacia compañías que buscan provocar un impacto positivo en el medio ambiente o en la sociedad.

Bonos verdes

Asimismo, desde 2022 ha emitido en los mercados financieros cinco bonos verdes por un total de 2.100 millones de euros. Se trata de un tipo de instrumento de deuda que conllevan el compromiso de destinar el dinero recaudado exclusivamente a financiar proyectos sostenibles. Gracias a ellos, se han evitado emisiones equivalentes a 80.982 toneladas de dióxido de carbono en 2024 y 54.791 toneladas en 2023.

Por tanto, “el compromiso de Unicaja con la transformación sostenible y la economía circular configura una estrategia sólida para contribuir a un sistema financiero más responsable, transparente y alineado con los grandes retos globales”, resume Guerrero.

Accesibilidad e inclusión como valores de la cultura corporativa

La responsabilidad en Unicaja va más allá del respeto al medio ambiente o la buena gobernanza. También tiene rostro humano. De hecho, la entidad quiere que su compromiso se note en la vida diaria de las personas. Por eso ha formado específicamente en accesibilidad a más de 7.500 empleados con el objetivo de diseñar y ofrecer servicios financieros realmente inclusivos, pensados para una sociedad tan diversa como la actual.

El fin último es garantizar igualdad de acceso a los productos financieros que ofrece la entidad, cumpliendo con la normativa vigente y mejorando la experiencia global del cliente.

Como resumen de esta filosofía, desde Unicaja explican que buscan ser un agente de cambio, con una visión que une eficiencia medioambiental, gobernanza ética e inclusión social.

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